El Presidente Juan Evo Morales acaba de clausurar en Cochabamba la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos Sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre-Tierra.  Para abreviar los despachos, los periodistas escriben “Cumbre Climática del Mundo”.  Solicitaron acreditación para asistir a la conferencia 35,000 personas; nueve mil son representantes de 142 naciones; 47 países enviaron “delegaciones oficiales”.  Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, estuvo presente.  Declaró: “el capitalismo es un modelo de desarrollo destructivo.  Nos ha llevado a un abismo.  Hay que salvar el planeta.  Es necesario  cambiar el sistema capitalista por el proyecto de desarrollo del socialismo”.

 Cochabamba es capital de una región ligada estrechamente al entrenamiento laboral de Morales, al desarrollo de su liderazgo político.  En el puerto de San Francisco, en el centro de lo que los bolivianos llaman Trópico de Cochabamba, fue elegido secretario ejecutivo de la federación que agrupaba a los productores de coca.  Comenzaron entonces las demandas sindicales, movimientos de “preservación de recursos naturales”, de defensa de la cultura aborigen.  Fue un camino directo hacia el poder público, el punto de arranque de la participación activa de los aymaras en la vida pública de Bolivia.

El “slogan” lanzado por Evo Morales en la Cumbre Climática reza: “o muere el capitalismo o muere el planeta”.  El capitalismo es sinónimo de destrucción de la madre tierra, de la “Pachamama”, dijo a los periodistas.  La porción pintoresca de esta concentración de “ambientalistas” consiste en que el Presidente Morales afirmó que la Coca-Cola es muy útil para destapar cañerías.  Está convencido de que dentro de 50 años todos los hombres serán calvos en Europa.  Al consumo de alimentos “transgénicos”, producidos con fertilizantes químicos, atribuye la caída del pelo.

Pero la noticia más ruidosa es que el presidente de Bolivia fue “acusado” de difundir “mitos urbanos” en un cónclave científico.  Evo Morales opinó que las granjas de producción masiva de pollos y huevos usan hormonas femeninas; por tanto, eso incrementará el número de homosexuales.  La protesta no se hizo esperar.  La Federación Estatal de Lesbianas y Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGETEBE), una organización española lidereada por Antonio Poveda, exige al Presidente retractarse y ofrecer un desagravio a las comunidades agrupadas en la FELGETEBE.