A PLENO PULMÓN
Luchas territoriales

A PLENO PULMÓN<BR>Luchas territoriales

 Francia y Alemania han peleado muchísimas guerras; las últimas fueron: la guerra francoprusiana de 1870, la primera Gran Guerra, 1914-1918; y la Segunda Guerra Mundial, durante la cual los alemanes ocuparon París.  A nadie se le ocurre decir que alemanes y franceses protagonizaron “guerras raciales”.  Son dos países poblados por blancos.  Cuando en Ruanda y Burundi pelean los “hutus” y los “tutsis”, dos tribus negras, los periódicos redactan informaciones en las cuales se dice que se trata de una “guerra racial”.

Entre alemanes y franceses las guerras son territoriales, económicas, ideológicas o de dominación; pero nunca se las llama “guerras raciales”.

 Sin embargo, es perfectamente posible que dos países poblados por negros tengan diferencias territoriales, intereses económicos encontrados o una historia plagada de conflictos.  Alemanes y franceses han luchado por las regiones fronterizas de Alsacia y Lorena; y son dos pueblos con “culturas y lenguas” distintas.  Haití y Santo Domingo han pugnado por problemas fronterizos desde 1777, fecha del Tratado de Aranjuez, primer tratado que establece “límites precisos” entre la colonia francesa y la colonia española.  Después, con la firma del Tratado de Basilea, la corona española cedió a Francia el dominio de toda la isla de Santo Domingo.

 Como se sabe, el tratado no “se ejecutó”, en lo tocante a Santo Domingo, hasta que Toussaint invadió, en 1801, en nombre de Francia.  En 1805 Dessalines invadió otra vez el territorio donde, aproximadamente, se asienta hoy la República Dominicana.  En ninguno de los casos podemos decir que fueron “guerras raciales”.  Pudieron ser políticas o” ecológicas”,  pero no raciales.

 En 1822 invadió Boyer otra vez y dominó hasta 1844. La independencia dominicana no fue tampoco una “guerra racial”.  Las invasiones haitianas de 1844, 1845, hasta la última del emperador Soulouque en 1856, no fueron guerras raciales sino guerras de conquista.  A los actuales problemas migratorios y laborales entre Haití y la República Dominicana, “es impropio” llamarles enfrentamientos raciales como ha afirmado el diario “El País”.  (Los párrafos que anteceden corresponden al apartado #3 del ensayo en cinco partes titulado: “Antillas birraciales”, publicado por mi hace una docena de años.  La porción cuarta se refiere a los prejuicios  y a “la discriminación”. Quizás no sea inútil reproducirlo).

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