A PLENO PULMÓN
Miedos de fin de año

A PLENO PULMÓN<BR>Miedos de fin de año

Está a punto de cerrar el año 2011; no ha sido un buen año para la mayor parte de los países.  En medio mundo hay conflictos sociales, crisis económicas, enfrentamientos religiosos, abusos políticos.  En México todos los días recogen “carretadas” de cadáveres; asesinatos espeluznantes aparecen continuamente en los periódicos.  Los traficantes de drogas tienen al gobierno mexicano contra la pared; y a los ciudadanos completamente aterrorizados.  “Versiones” menos extremas pero igualmente penosas rigen en otros lugares; la delincuencia sin contención se ha erigido en “orden establecido”; aceptado a regañadientes en unos casos, con pleno consentimiento en otros.

 En Siria el gobierno de Bachar el-Assad resiste el rechazo de la Liga Árabe, de su propio pueblo  y de la comunidad internacional.  La represión ya ha producido miles de muertos.  Los trastornos en Irak, Yemen, Túnez, Egipto, Libia, Israel, no necesitan ser recordados.  En Rusia hay protestas airadas contra el “gobierno alternativo” Putin/Medvedev.  En “la hermética China/ de raza amarilla” se han registrado unas diez mil manifestaciones de protesta.  En Corea del Norte sigue en el poder una “dinastía comunista hereditaria”.  En los EUA, manifestantes contra “delincuentes financieros” y “abusos institucionales” han ocupado plazas en varias ciudades.

 Tanto los aspectos políticos como los “criminosos” no son alentadores.  Tampoco las perspectivas económicas son auspiciosas.  El problema de la deuda pública de EUA se ha convertido en un conflicto político intrapartidario; sin dejar de ser un problema monetario internacional.  El llamado “techo  de la deuda norteamericana”  añade incertidumbre monetaria a la producción industrial, al comercio mundial.  En la Comunidad Económica Europea soplan vientos de tormenta.  Las deudas de las economías más débiles de Europa han puesto el euro en dificultades.  La Unión Monetaria Europea misma está hoy amenazada.  La China, coloso demográfico-laboral, ha crecido económicamente con sus exportaciones a los EUA.

 Tres monedas básicas que descansaban dentro de una fuente mansa –el dólar, el euro, el yuan-, han caído en el charco turbio de la inestabilidad.  Los ingleses hacen negocios en el mundo entero sin que su libra esterlina cargue con los dolores del dólar… ni del euro.  Algunos países del viejo continente están inquietos con el predominio de Alemania; y temen que demasiada austeridad pueda desatar guerras desoladoras.

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