A PLENO PULMÓN
Paja para la garza

A PLENO PULMÓN<BR>Paja para la garza

Los dominicanos son cada día más descreídos y suspicaces.  Si oyen decir que no subirá la tarifa de la energía eléctrica, dan por seguro que aumentará la factura del mes bajo la misma tarifa.  Son expertos en  “interpretaciones a contrario”. Si anuncian que serán sancionadas “severamente” aquellas personas que violen tal o cual ley o reglamento, ya “se sabe” que continuarán tan campantes como de costumbre.  El anuncio, generalmente, tiene por objeto “hacer creer que se hace”.  Una declaración produce alivio, aunque después no se resuelva nada y el problema permanezca igual.  Un politólogo local opina que esto sirve para “mantener las expectativas de cambios” y “desinflar las protestas”.  El método es “amagar y no dar”. 

Cuando leemos en los periódicos que encima de un delincuente “caerá todo el peso de la ley”, entendemos inmediatamente que ese peso será muy ligero; que el enjuiciado no irá a prisión. Una expresión empleada a menudo es “las autoridades competentes realizarán una investigación exhaustiva hasta llevar a los culpables ante los tribunales”.  A veces se añade: “caiga quien caiga”.  Lo único que cae es una entidad retórica llamada “el manto del olvido”.

En algunos casos vemos fotografías de ciertos delincuentes que son apresados y conducidos al reclusorio.  Nos hace el mismo efecto catártico que las declaraciones de funcionarios que “emprenderán acciones contundentes para controlar la criminalidad”.  Dos o tres semanas más tarde leemos la noticia de que un convicto liberado cometió un tercer delito por el cual fue apresado nuevamente; el periodista agrega: “el detenido es un sujeto con larga historia delictiva”.  Si los perjudicados por el detenido contratan abogados escuchamos que se trata de un hombre con “antecedentes penales” y un abultado “prontuario policial”.

Algunas veces surgen conflictos acerca de “áreas protegidas” del territorio dominicano; otras veces los escándalos tienen que ver con la “extracción de materiales de construcción del cauce de los ríos”.  También ocurre así con el bromato de potasio que se usa en las panaderías para incrementar en rendimiento de la harina de trigo; y con las “pacas” de ropa usada que se comercian en la frontera dominico-haitiana.  Ambas cosas han sido “prohibidas terminantemente”. Son palabras al viento: todo es paja para la garza.

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