A PLENO PULMÓN
Palabras, dinero, balazos

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>Palabras, dinero, balazos

Se ha dicho que las palabras de un orador pueden ser persuasivas; que un hombre de convicciones firmes transmite con eficacia sus opiniones a los oyentes.  También se ha dicho que con dinero se compra todo; las mercancías, el amor, las voluntades. La importancia del dinero en la política se ha reconocido desde siempre.  Napoleón decía que para triunfar en el poder sólo se necesitaban tres cosas: dinero, dinero y dinero.  Cierto general dominicano de nuestro pasado montonero, enseñaba su revólver Smith & Wesson, diciendo; “está es la última palabra, la razón más poderosa”.

Quiere decir que hay personas que confían en las palabras, en argumentos y razonamientos; son “logócratas”, como los llama George Steiner; otros individuos prefieren contar únicamente “con lo que se cuenta en la contabilidad a dos columnas”; los “plutócratas” creen que el dinero decide todas las cuestiones. 

El general, que daba golpecitos con su revolver sobre las polainas, era un “revolvócrata”.  No hay problema que resista un balazo.  “Hay cosas que se resuelven a tiro limpio”  Nuestra época es, pues,  “trifásica”.  Los medios de comunicación están llenos de palabras, escritas o vociferadas; los gobiernos emiten dinero para conjurar las crisis; los asesinos matan gente diariamente, lo mismo en Tijuana que en Paya.

Vivimos actualmente en una sociedad “trifásica”, dominada por publicistas, financistas y “asesinistas”. Para salir del atolladero lo primero que necesitamos es entenderlo, pensarlo.

Lo cierto es que nunca un cañón ha logrado destruir una idea; no es posible dar sablazos a una nube.  Tampoco es nutritivo hervir un revólver para comerlo a medio día.  Nadie puede negar la importancia del dinero, al que llaman “excremento del diablo”.  Es obvio que los hombres salen a la calle a trabajar “por amor al dinero”.  ¿Por qué los ricos son tan envidiados? ¿Por qué la gente tiene miedo a los delincuentes armados?  ¿Por qué el pueblo escucha discursos y noticias? Eso significa que las palabras, el dinero y las balas son asuntos de mucha importancia.

Vivimos actualmente en una sociedad “trifásica”, dominada por publicistas, financistas y “asesinistas”. Para salir del atolladero lo primero que necesitamos es entenderlo, pensarlo, decirlo. Y esa es la principal ventaja de la palabra sobre el dinero y el revólver.   Los  “logócratas”, sin embargo, tienen miedo de los “revolvócratas”; y los “plutócratas”, temen tanto a los  “revolvócratas” como a los “logócratas”.

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