A PLENO PULMÓN
Pascua, pelota, política

A PLENO PULMÓN<BR>Pascua, pelota, política

Todas las tarjetas de navidad dicen: “Felices pascuas y próspero año nuevo”.  A veces la frase aparece repetida en varios idiomas.  Creemos que es posible “pasarlo bien” en la Nochebuena y, después, tener un año nuevo tranquilo y “próspero”, sin dificultades económicas.  Suele ocurrir lo contrario: que los gastos “felices” de las pascuas impidan la prosperidad del año nuevo.  Quizás lo mejor sea invertir la frase: pascua abundante y año nuevo feliz; que no haya tristeza a la hora de pagar los gastos.  Muchos “tarjetahabientes” saben  sobradamente que “lo de diciembre se paga en enero”.

 Las costumbres son costumbres porque todo el mundo “reincide” en ellas.  Se imponen a fuerza de repetirse.  Los campesinos del Cibao acuñaron la expresión: “fiesta, y mañana, gallos”.  Después de las pascuas muchísimas personas tendrán que ir a las bancas de apuestas a ver si ganan con qué pagar a los bancos comerciales, emisores de tarjetas de crédito.  Según aceptadas filosoficulas populares “la resaca se pasa durmiendo”, esto es, en una inconsciencia provisional; el dolor de cabeza lo cura la aspirina; y los acreedores se mantienen a raya “metiéndoles cuentos”.  Así el año nuevo llega y “se arrastra” sin demasiados estragos.

 – “La vida es igual que el béisbol”, afirma el guardián de un estacionamiento de vehículos.  –“A veces bateas un roletazo por tercera base y logras llegar  a primera; otras veces conectas un palo largo por el “center field”… pero te lo atrapan “pegado a la cerca”.  Y hay momentos en que con un simple toque consigues “embasarte”.  No puedes pretender que siempre pegarás una línea de “hit”.  También uno se poncha cuando no ve claro “los lanzamientos de un pitcher zurdo”.

 “Las fiestas tienen fechas y horas fijas; pero la vida sigue “su agitado curso”, como decía un cronista radial de la época de mi abuelo; no la para nadie, excepto la muerte.   Y esa no se sabe cuándo llegará.  Yo “no barajo pleitos”, ni dejo de bailar, ni de beber.  ¡Ya veremos por dónde sale la cosa!  El candidato me dio un abrazo ayer al bajare de su “yipeta”.  Lo más seguro es que cuando gane yo sea nombrado en el ayuntamiento.  Entonces pagaré todas mis cuentas juntas”.

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