A PLENO PULMÓN
Patada sobre verdugón

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Patada sobre verdugón

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El terremoto que acaba de sufrir el pueblo haitiano es una patada sobre un verdugón.  La historia de Haití, “grandiosa historia” si la miramos desde la “perspectiva heroica”, ha sido de padecimientos continuos.  La Independencia de Haití es consecuencia de la Revolución Francesa.  La Independencia norteamericana ocurrió trece años antes de la Revolución Francesa. Haití alcanza la suya en 1804.  La lograron tras una guerra social, también guerra racial.

Sus penalidades no han tenido compensaciones en los dos siglos transcurridos desde la muerte de Dessalines.  Miserias, dictadores, intervenciones extranjeras, explotación, discriminación, podría ser una síntesis de la historia social y económica de nuestros vecinos.  Haití, llamado “el pueblo más pobre del hemisferio”, hoy se encuentra intervenido por fuerzas de la ONU; varias organizaciones internacionales estiman que dicha intervención debe prolongarse cinco años.  Todo el mundo sabe que su territorio de 27,700 KM² está deforestado, que ha perdido la capa vegetal. Nueve millones de habitantes sobreviven milagrosamente, quizás por   la resistencia física que se atribuye a los esclavos sobre-explotados.

El terremoto coloca a los haitianos una vez más de rodillas; hay políticos extranjeros que estiman que el Estado resultante de la revolución de esclavos es un “Estado fallido”. Para saber cuando un Estado “no funciona” hacen una cuadricula, conceden valores matemáticos a ciertos “conceptos generales”, aplican el algebra de Boole a las cifras de las columnas; y click: Haití, Estado fallido; Estado dominicano, en camino de serlo.  Y ese seria el “fundamento”, político y sociológico, para una intervención doble, esto es, de los dos países.  Prejuicios, debilidades, torpezas, nos cercan.

 El gobierno dominicano debe “coger en serio” lo que acaba de ocurrir en Haití; y constituirse en motor, líder y agente, de la reconstrucción de Haití, con  participación masiva de la “comunidad internacional”.  Gestionar un mensaje de solidaridad del Papa Benedicto no es descaminado; tratar el caso con el Presidente Obama, tampoco.  Es muy difícil que los europeos colonizadores dejen de ser racistas; los prejuicios tardan siglos en disolverse.  Alexis de Tocqueville pronosticó: “las revoluciones llegarán a ser raras”; también escribió: “si se niega la libertad a los negros del Sur, acabarán tomándola violentamente ellos mismos; si se les concede, no tardarán en abusar de ella”. 

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