A PLENO PULMÓN
Perennidad del dominio

A PLENO PULMÓN<BR>Perennidad del dominio

La política ha sido esencialmente la misma a través de los siglos.  Cambian de aspecto las ciudades y las vestimentas de sus habitantes; pero los actos políticos mantienen la misma estructura.  Por eso leer los viejos escritos de Maquiavelo, Tucidides, Tito Livio, es siempre recomendable.  Aunque se hayan transformado las técnicas militares e inventado nuevos y maravillosos sistemas de comunicación, la actividad política sigue siendo una rutina previsible.  La habilidad de los líderes consiste hoy en adaptarse “formalmente” al uso de esas nuevas técnicas de combate; al empleo de los instrumentos de comunicación con las masas. Una y otra vez, “la historia se repite”.

Alexander Hamilton, Padre Fundador de los EUA, redactor con Madison y Jay de “Papeles del federalista”, consideraba que la experiencia es “la guía menos falible de las opiniones humanas”.  Según Hamilton, las guerras comerciales son tan difíciles de evitar como las “antiguas” guerras territoriales.  Quiere decir que no se hacía ilusiones; su compañero Madison, artífice de la Constitución de Filadelfia, vivió convencido de que “los hombres no se someterán a los dictados de la razón sin coacción”.  Tampoco se hacía ilusiones.  El sistema de votación indirecto de los Estados Unidos indica que los Padres Fundadores preferían la democracia y, a la vez, desconfiaban de ella.

Acerca de Maquiavelo circulan opiniones con poco fundamento que lo pintan como “un sinvergüenza florentino” que continuamente lograba “salirse con la suya”.  Sin embargo, Maquiavelo fue encarcelado y torturado después de la invasión de las tropas españolas en 1512.  Robert  D. Kaplan afirma que la experiencia de Maquiavelo “incluyó responsabilidades militares, fracaso y humillación publica”.  Maquiavelo trabajó como secretario del consejo militar y diplomático de Florencia por casi quince años.  Tal vez fuera un “patriota” realista. 

El libro de Kaplan: “El retorno de la antigüedad”, tiene la virtud de recordarnos los aspectos perennes de la política.  Recurre a una cita de Tito Livio para explicar por qué a veces un pueblo “opta por un dictador”: Dice Tito Livio: “Un cuerpo enfermo es más sensible al dolor que uno sano; un país desesperado elegirá una solución extrema después de un trastorno menor”.  Kaplan sostiene que eso ocurrió en Perú con Fujimori y en Venezuela con Hugo Chávez.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas