A pleno pulmón
Periodismo protestante

<P>A pleno pulmón<BR>Periodismo protestante</P>

Lutero no era periodista; pero clavó una hoja sobre la puerta de una iglesia con un montón de proposiciones controversiales.  Puede decirse que hizo lo que ahora llamaríamos una “instalación”.  Del periodismo contemporáneo podríamos afirmar que es “protestón” o protestativo, para no darle el calificativo de protestante, que tiene una connotación religiosa.  Un “reformador periodístico” se presentó en el estacionamiento de un centro comercial.  Iba acompañado por un fotógrafo y un tipo con barba, quien llevaba colgada del hombro una guitarra.  También seguían al trío: una mujer gorda con una pierna tatuada, un joven que parecía estudiante. Cierto sujeto flaco entregó un volante verde al encargado de la seguridad del aparcamiento.

 El papel decía: “Desayuno sobre el cemento”; comienzo del cambio de estilo en la comunicación.  Las letras más diminutas no podían leerse fácilmente.  El “guachimán” advirtió al grupo:  –Aquí no pueden quedarse; este lugar es solamente para automóviles; no es para “mítines” ni reuniones; tienen que ir a la cafetería. –No queremos beber café, dijo “el organizador”. –No importa, pueden beber coca cola o agua “Perrier”; pero no podrán permanecer aquí.  –¿Los automóviles, que echan humo, son mejores que las personas?  –Por favor, suban a los ascensores, desalojen el área; este “mall” es el mejor de la ciudad.  Hablen en la pizzería.

 Cuando el pequeño grupo llegó a los ascensores habían repartido tres docenas de volantes y veinte curiosos estaban congregados en torno del tipo de la guitarra. –¿Van a dar un concierto? –No; contestó, “el organizador”.  –Es una manifestación reformadora.  –¿Ustedes son del Partido Reformista? –No; es una reforma como la de Lutero; pero del periodismo. –¿Dónde entra la guitarra? –Lutero era músico; su nombre quiere decir guitarrero en alemán. –¿Qué van a hacer ustedes?

 –Bueno, queremos publicar una “hoja multimodal” que dirija el lector a la radio, a la “web”, a la TV, a los nuevos teléfonos móviles.  El lector debe saber dónde hay sonidos musicales y palabras habladas, donde encontrar imágenes de la realidad o del arte pictórico.  “La hoja” podría “mandar” al subscriptor a los sitios, portales y medios, que ofrezcan “servicios de vida colectiva inteligente”.  Habrá un “link” político y un “link” comercial; otros serán artísticos, turísticos o deportivos.

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