A PLENO PULMÓN
Política resbaladiza

A PLENO PULMÓN<BR>Política resbaladiza

Como se sabe desde tiempos muy antiguos, los prodigios deben ocurrir una vez al año; a lo sumo cada seis meses; de lo contrario no serían “prodigios” sino “cotidianidades” que aburrirían por la repetición.  No obstante, aquel día bajé del salón de actos al comedor del hotel con la convicción de que todos los días puede surgir algún prodigio.  Y en efecto, en sentándome fui abordado por un desconocido, probablemente español, quien me recomendó “poner un poema dentro del pan” a la hora de desayunar.  El poema “debía ir” entre la mantequilla y el queso para que el efecto “se sintiera enseguida”.

 –¿Cómo contrarrestar el desaliento que producen las noticias de los últimos tiempos?  Así comenzó la conversación.  –¿Usted ha visto los dolores que han hecho pasar al juez Baltasar Garzón?  –He leído en el diario “El País” un titular que resume admirablemente la situación creada alrededor de Garzón: “la toga sucia y el culpable limpio”; quiere decir que el juez justo queda embarrado y las acciones criminales no tienen castigo.  Esa es la eterna historia de “política resbaladiza” que ha tenido lugar en España, en la RD y muchos otros países de “nuestra America”.  El generalísimo Franco murió en 1975 en una cama de hospital; tenía entonces 36 años en el poder.  Su régimen nunca fue derrocado.

 –En eso estriba el problema.  La transición política de España tuvo que ser negociada.  Los españoles sintieron miedo de volver a la guerra civil, a las prolongadas miserias que causa, a la división feroz de las familias.  Había que “echar tierra sobre los crímenes del pasado”… para seguir adelante en la historia.  Pero no es posible enterrar los sentimientos de hijos y amigos de las víctimas.  Al cabo de 36 años más, ese dolor regurgita.  Y la reacción no tarda en manifestarse.

 –En Santo Domingo ocurre algo parecido cuando reciben amenazas los empleados del Museo de la Resistencia.  Trujillo cayó abatido en 1961; pero su régimen no fue “desmantelado”.  Los tribunales de justicia no pudieron procesar ni siquiera a conocidos torturadores.  –Así es; pero el poema consolador y prodigioso consiste en el respaldo que ha recibido el juez Garzón en todo el mundo.  ¡Cómalo usted con pan!

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