A PLENO PULMÓN
Problemas nuevos que son viejos

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>Problemas nuevos que son viejos

La historia de las islas del Caribe está impresa en las almas de sus habitantes, en los hábitos alimenticios, en las lenguas, las costumbres políticas, los nombres de lugares geográficos.  Hay islas inglesas, francesas, holandesas, españolas.  Decir que el área del Caribe fue una “frontera imperial” no es nada nuevo.  Ese es el subtítulo del célebre libro de Juan Bosch “De Cristóbal Colón a Fidel Castro”.  Don Germán Arciniegas, hace mucho tiempo, escribió “Biografía del Caribe”, obra clásica acerca de forcejeos de grandes potencias en la región.

Jamaica, posesión española hasta 1655, fue después una colonia británica.  El fracaso de la invasión del almirante Penn y el general Venables determinó que en RD siguiéramos hablando español; en cambio, en Jamaica se habla inglés hasta hoy.  Las mezclas raciales en las Antillas comenzaron poco después del descubrimiento de América.  Negros, blancos, mulatos, han formado sociedades con estamentos “escalonados”, mal integrados o en guerra.  Cuba, Jamaica, Santo Domingo, Haití, han vivido historias divergentes en lo tocante a conflictos raciales, económicos, institucionales. 

De todos los países de las Antillas el que disfruta de más amplia infraestructura económica es la RD.  Tenemos una extensa red de carreteras; olvidamos a menudo que existen 34 presas, que representan costosas modificaciones de nuestros recursos ecológicos, realizadas durante décadas, con fondos del Estado.  Los generadores hidroeléctricos instalados en estas presas son bienes de “primer rango”.  La crisis económica global, las perspectivas actuales sobre los precios del petróleo, convierten la generación de energía hidroeléctrica  en una “bendición económica”.

El “problema actual” de la RD es doble: beneficiar de su posición geográfica en el centro del archipiélago; y, además, no perjudicarse por los intereses en pugna de países poderosos. Para lograr dichos objetivos, conservar las presas y producir energía hidroeléctrica es esencial.  Algunas  actitudes tradicionales actúan como “retrancas” que nos bloquean un futuro mejor.  La labor política imprescindible para alcanzar esas metas requiere: no recurrir a la Gran Colombia (1821); no volver a la Madre Patria (1861); superar la fábula de Iriarte: “Los dos loros”, que importó una señora desde la isla de Santo Domingo; uno hablaba francés, otro español. Juntos, creaban confusión en España. Aquí, la inmigración sin control provocará grandes disputas laborales.

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