Hoy 
El trabajo de crear el caldo de cultivo para que germine un Proyecto Nacional podría ser una tarea de alto rendimiento político. En primer lugar, para la sociedad dominicana; también para los grupos y líderes que lleven a cabo ese esfuerzo de organización y mejoramiento de las costumbres. A los dominicanos les irrita el desorden y la impunidad reinantes. La clase media -con sus tres estratos-, el empresariado todo, los sectores más pobres de la población urbana, campesinos y desempleados, sufren, cada grupo de un modo diferente, nuestro tradicional sistema de gobierno.
¿Quienes disfrutan con el actual servicio de electricidad? Tal vez algunos contratistas privilegiados, ciertas empresas capaces de generar su propia energía eléctrica. Son más los que pasan trabajo: pagan caro y aguantan apagones. Esta insatisfacción concreta no necesita ser documentada. Afecta amas de casa, dificulta la producción y los servicios, incrementa la inseguridad en las calles. ¿Qué decir de la violencia criminal? ¿De la situación de los presidios? ¿De la desorganización del tránsito de vehículos? Nada de esto nos gusta, pero poco podemos hacer hoy para remediarlo. Ni siquiera todos los políticos de profesión están contentos con el régimen de partidos que dirige actualmente la vida dominicana.
Basura, ratones, leptospirosis, dengue, intercambio de disparos, sicarios, asaltos, desfalcos, fuga de presos, dispendio de recursos, salarios exorbitantes, reenvío de procesos judiciales, son palabras que aparecen en los encabezados de noticias y se repiten semana tras semana. Esa lectura reiterada produce hastío, frustración, desencanto, en los ánimos de las gentes. El abatimiento de las esperanzas conduce a muchas personas a una resignada parálisis, al rechazo de cualquier forma de participación en los asuntos públicos.
Un publicista y un sociólogo podrían tomar esta lista de temas y agregar otros- para elaborar una campaña cuasi electoral de formación ciudadana. Diseñar encuestas dirigidas a explorar el descontento de cada grupo social es técnica conocida, utilizada en un montón de países. Imprimir carteles para poner en relieve lo que todos sufrimos calladamente iría destilando parte del temario de un Proyecto Nacional. Serviría para unir voluntades, para difundir un programa de acción, para que se ejerciten los actores de una pre-campaña democrática. Podría participar en ella el propio Presidente Leonel Fernández.
