La tarea de ser dominicano comienza al amanecer. ¿Habrá energía eléctrica? ¿Funcionará la bomba? ¿Llegará el agua a la ducha? Después de comprobar que no han roto un vidrio del automóvil, el dominicano común se abalanza sobre el periódico.  El repartidor lo ha tirado en la puerta; nadie lo ha “sustraído”.  Todo va bien, se dice el dominicano; beberé mi café.  La mujer le advierte que el tanque del gas está “a punto de vaciarse”. –A duras penas pude colar el café. –Es que no lo llenan completamente los envasadores, replica el dominicano.

Al saborear el café vuelve a decir para si: las cosas van por buen camino.  El periódico, abierta ya la primera plana, presenta una extensa información acerca del déficit en la generación de energía eléctrica, las deudas pendientes con los generadores, el alza en la tarifa, las protestas en el interior del país.  Los subtítulos anuncian la próxima llegada de unas barcazas que añadirán a la producción 300 megavatios.  Entonces, piensa el dominicano, las cosas van a mejorar. 

–Oh, se ahogaron 36 dominicanos que iban en una yola tratando de cruzar el Canal de la Mona.  –Eso ocurre a cada rato, contesta la mujer. La gente quiere ir a otra parte.  A algún lugar donde haya trabajo.  Los pasajes en yola son carísimos; y a pesar de eso,  todas las semanas salen embarcaciones.  Gracias a Dios, dice el dominicano, la  Marina de Guerra vigilará las costas para impedir los viajes ilegales. –¿Por qué hay que evitar que la gente se vaya?  –Es que se los comen los tiburones; los apresan los agentes de migración en Puerto Rico. 

–Oye esta noticia: la policía encontró en un cañaveral tres cadáveres con las manos amarradas y “signos de violencia”.  –¿Eran hembras o varones? –No lo dice; sólo aclara que estaban muertos y amarrados. -¿Los amarraron primero y los mataron después?  –Parece que estaban amarrados entre si, como si pertenecieran a una “ristra”, a un conjunto.  La policía cree que se trata de un pleito entre bandas por el control de un territorio.  Son contiendas entre criminales; se están matando ellos mismos. –Hombre, a veces matan inocentes.  –El fiscal opina que “son hechos aislados, rachas temporales”.