A PLENO PULMÓN
¡Repartidores libres!

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>¡Repartidores libres!

Otra vez volveremos a pasar dos días sin periódicos.  Al fin de año le han “embotado” el remate con un “veto noticioso”.  No escucharemos el ruido familiar que hace el periódico al caer en la marquesina o al rebotar sobre un automóvil. Los maniáticos “newspaperistas” se arrodillan o agachan cada mañana, para ver si el diario se deslizó debajo de un vehículo.  Algún cineasta burlón debería filmar un documental sobre la vestimenta con que salen –hombres y mujeres– a buscar el periódico.  Batas viejas, pijamas de colores chillones, “saludan la mañana” al recoger los periódicos.

Hay individuos que salen temprano en calzoncillos “a coger el periódico antes de que aclare del todo y  lo puedan ver los vecinos en esa facha”.  Esta es una confesión que escuché de boca de un burócrata de aquellos que entre nosotros llaman “desaprensivos”.  También hay “personas mayores” que encienden las luces antes de abrir la puerta, colocan un arma de fuego sobre una silla y salen en busca del periódico; hacen esta “operación” bien abrigados, con bufanda y cachucha.  Son tipos previsores que cuidan su “integridad física” y no se exponen a las “corrientes de aire”.

Los repartidores de periódicos tienen que levantarse “de madrugada”, deben recorrer su ruta en una motocicleta, no importa que llueva o haga frío.  Algunos de ellos podrían haber sido lanzadores de béisbol; pero no recibieron a tiempo el entrenamiento necesario para llegar a ser grandes pitchers, como Juan Marichal o Pedro Martínez.  Pero se sabe de periódicos lanzados con tanta fuerza que han roto cristales; un abultado periódico sabatino golpeó en la cabeza a un suscriptor madrugador y le causó desmayo, no sabemos si por susto o por “conmoción cerebral”.

Durante mucho tiempo mi trabajo en la televisión dependía de la “oportuna llegada” de los periódicos, esto es, del trabajo de los repartidores.  A pesar de que no habrá periódicos el sábado, ni el domingo, me siento en deuda con los repartidores por “el resto del año”.  Todos pueden pasar por mi casa a buscar su gratificación navideña, sea en efectivo, en vino o en ron, trátese de periódicos gratuitos o pagados.  Heriberto Martínez, Daniel Minaya, Merlín Montero, Roberto Vélez, son sus nombres.

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