A PLENO PULMÓN
Sacudir el luto de la lengua

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En octubre de 1492 el primer almirante don Cristóbal puso los pies en tierras desconocidas por los europeos.  Para “ellos”, fue un “descubrimiento”; lo que antes estuvo oculto, quedó expuesto a las miradas de los tripulantes de las carabelas famosas.  Descubrimiento, conquista, colonización, son tres fases de la historia americana.  Los héroes de la conquista del Nuevo Mundo: Pizarro, Almagro, Cortés, Ovando, Velázquez,  actuaron en nombre del reino de España; Álvarez  Cabral, en beneficio de Portugal.

 Las conquistas del siglo XVI fueron dolorosas batallas desiguales.  Solamente 13 hombres siguieron a Pizarro después que trazó con la espada la célebre raya que conducía, por un lado, “a la riqueza”; por otro, “a la pobreza”, esto es, al Perú o a Panamá.  Pizarro, criador de puercos en su juventud, carecía de educación.  Este conquistador analfabeto llegó a las Indias con su amigo Nicolás de Ovando. Y  contribuyó a la “pacificación” de La Española.  “La matanza de Jaragua” es correcto llamarla genocidio.  Así como a otras tropelías que ocurrieron durante la conquista del continente.

Evo Morales, presidente de Bolivia, ha dicho que el 12 de octubre es fecha luctuosa.  Ciertamente, aymarás, quechuas, aztecas, fueron etnias sometidas por la colonización española.  Hace quinientos años tuvieron lugar esos agravios; que perduraron, bajo distintas formas, durante cuatro siglos.  Pero es un hecho inconmovible que esa historia terrible la tenemos que explicar en lengua española; lengua europea en la que aymaras y quéchuas han aprendido las técnicas e ideologías occidentales.  El futuro de Bolivia, a pesar de las brutales injusticias cometidas contra los indígenas, dependerá de la cultura que  llega por vía de la riquísima, milenaria, lengua española.

A los revolucionarios peruanos del grupo Sendero Luminoso se les obliga a aprender el quéchua, lengua aborigen, para “rechazar” una “lengua imperialista”, la de los colonizadores españoles.  Al escribir mensajes políticos en quéchua –canciones o poemas- , no tienen más remedio que usar las letras latinas del alfabeto español.  Los quechuas, lamentablemente, no llegaron a crear grafías propias.  Einstein estableció, en su conocidísima ecuación, que energía y masa eran equivalentes.  Algunos lingüistas sostienen que pensamiento y lenguaje son dos caras del mismo objeto. Quizás del luto viejo surjan vigorosas esperanzas nuevas.

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