A PLENO PULMÓN
Sensatez bipartidista

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Finalmente, el Presidente Leonel Fernández decidió hacer lo que hizo el expresidente brasileño Ignacio Lula con Dilma Rousseff; lo mismo que hizo el expresidente colombiano Álvaro Uribe  con el candidato Juan Manuel Santos, actual presidente de Colombia.  Después de dos periodos consecutivos de  gobierno, Lula y Uribe confrontaron dificultades, políticas y constitucionales, para optar por nuevos mandatos. Tanto Uribe como Lula gozaban de importante apoyo popular; ambos gobiernos podían exhibir logros notables en el campo económico, en lo social, en el orden público.  Esas actitudes honran a Uribe y a Lula y, desde luego, a Leonel Fernández, quien brindó apoyo total a la campaña electoral de Danilo Medina.

El respaldo de Leonel Fernández a Danilo Medina y los votos de las organizaciones aliadas al PLD, fueron esenciales para el triunfo del nuevo Presidente.  Hay que subrayar que los votos del Partido Reformista resultaron decisivos; y en esa alianza trabajó, con ahínco y clarividencia, el Presidente Fernández.  La sensatez y el buen juicio de algunos gobernantes, pueden ahorrar a los pueblos muchos grandes dolores.  Por encima de las ambiciones personales de cada líder, debe primar la conservación del sistema político de sus respectivos países.  Lamentablemente, no siempre ocurre así.  A veces entran en juego circunstancias desdichadas de la economía internacional o la rigidez psíquica de los dirigentes. 

Hubo un momento en que el Presidente Fernández anunció en su partido que disponía de dos millones de firmas que le respaldarían políticamente a él y al PLD.  Ahora la oposición al recién electo gobierno aduce tener a su favor dos millones de votos.  Esos votos, escrutados en las urnas electorales, aparentemente, son más firmes que las firmas colectadas entre simpatizantes de un partido político.  ¿Qué podemos sacar en limpio de todo esto?

En primer lugar, que el PRD es un partido grande; vota masivamente por el candidato escogido, no importa cuál.  Segundo; existe rechazo frente a funcionarios en ejercicio, hasta el punto de que muchos no perredeístas prefirieron votar contra el PLD.  El partido en el poder ya realizó un acto fundamental de sensatez.  Es de esperar que continúe esa práctica. El PRD, otro puntal de nuestra democracia, debería realizarlos también.  ¿Sería excesivo reclamar que haya sensatez bipartidista?

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