A PLENO PULMÓN
Sensatez y energía

A PLENO PULMÓN<BR>Sensatez y energía

En la República Dominicana es palpable, en todos los estratos sociales, una radical inconformidad con los partidos políticos, con sus dirigentes, con los métodos habituales de manejar los asuntos públicos.  Todas las encuestas realizadas con reglas aceptadas en “sondeos de opiniones”, revelan descrédito creciente de los partidos y “sacan a flote” la desconfianza que inspiran sus pretendidos líderes.  La gente va perdiendo, poco a poco, el miedo a expresar su repugnancia por estos hombres que dicen ser nuestros representantes.  En los comentarios que aparecen al pie de artículos editoriales publicados en periódicos digitales, es aún más frecuente el rechazo airado de tantos líderes de cartón.

Podría decirse que eso ocurre porque los comentaristas están ocultos tras una contraseña o pseudónimo.   Algunas de estas notas, sin embargo, llevan al final el nombre de quien las redactó o su dirección electrónica.  Por tanto, gobiernos y particulares que hicieran pesquisas, lograrían conocer la identidad de los sujetos que despotrican contra este o aquel dirigente político.  Para escribir opiniones en el mundo digital es preciso “registrarse” en un archivo y ser admitido por el “webmaster”.   En las calles, en las colas para pagar servicios públicos, se escuchan improperios espantosos contra los políticos.

Sea que se trate de una encuesta formal, “científica”, o de un sondeo hecho “a la bartola”, los resultados finales son siempre parecidos.  Y lo mismo ocurre en muchos otros países con culturas diferentes de la nuestra.   Existen ya grupos de indignados, de comprometidos, de resistentes o “reluctantes”, de “jartos” o ahítos de soportar despropósitos de parte de los “pseudócratas” que insisten en representarnos.  ¿Por qué no han podido fructificar cambios importantes a partir de esos sentimientos colectivos?

Rafael Acevedo, sociólogo y encuestador, escribió hace unos días acerca de la falta que nos hacen “hombres sensatos y enérgicos, equilibrados”, que transformen el estilo político dominicano.  ¿Dónde están? ¿En qué sector de la sociedad viven alojados?  ¿Por qué no actúan en nuestra política en mayor número?  Para poder disfrutar de las ventajas de la sensatez y la energía en la vida pública es preciso realizar algunos esfuerzos, educativos y publicitarios.  Ningún “producto social” deseable puede conseguirse “sin fomento”.  Tal vez sea el momento de establecer “un comité gestor”.

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