A PLENO PULMÓN
Sociedad Cuaternaria

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El pasado viernes escribí una nota pidiendo a los lectores que hicieran “el aforo” de las noticias publicadas en los últimos tres días.   Una vez sopesadas y valoradas esas noticias, caeríamos en cuenta de que está ocurriendo una transformación social sin precedentes.  Mujeres secuestran, matan, mutilan cadáveres; profesores asesinan a otros profesores por celos profesionales; un abuelo viola a un nieto de cinco años.  Hijos matan padres y madres degüellan hijos.  Asistimos a “cambios culturales” que las personas de mayor edad no habíamos ni siquiera entrevisto.  Ayer, un jovencito de 17 años asesinó con un puñal a su novia, que no había cumplido aún quince años. 

¿Qué ha ocurrido en las almas de esos casi niños? ¿Cuáles serían los motivos de su conducta?  Un periodista no tiene derecho a hacer el papel de psicólogo aficionado, sobretodo si no conoce a los protagonistas de esta tragedia doméstica, si no dispone de informaciones acerca de sus rasgos de carácter.  Además, no es correcto entrar en especulaciones arriesgadas que agraven el dolor de los padres de ambos adolescentes.  Tal vez esos padres sean personas cariñosas con sus hijos y hayan cuidado su educación escolar.  Las dos familias deben estar sumamente atribuladas.

Titulé la nota del viernes “Mirar dentro del pozo”, esto es, asomarse a un hueco profundo donde la poca luz no permite ver con claridad los objetos.  Pero siempre será posible introducir un farol mediante una polea y tratar de iluminar los hoyos enigmáticos de la convivencia actual.  ¿Qué dicen los periódicos de ayer? Que mataron un general retirado, de 62 años, en un atraco; que hay numerosos asaltos contra pasajeros que salen del Aeropuerto Las Américas; que han robado un aeroplano propiedad del Grupo Punta Cana.

Esto que está pasando y reseñan los periódicos es alarmante.  ¿Qué habría que hacer para cambiar de rumbo?  Lo primero: querer vivir en mejores condiciones que las de hoy; y quererlo mucho.  Lo segundo es asociarse con otras personas para hacer “ejercicios de valor” en tiempos peligrosos.  Finalmente, hay que  atreverse a desafiar a los canallas en todos los terrenos; y no tenerle miedo a la política.  Tendremos  que fundar una sociedad secreta nueva: La Cuaternaria; para sustituir La Trinitaria.

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