A pleno pulmón
Telaraña tecnológica

A pleno pulmón<BR>Telaraña tecnológica

 El desarrollo de la computación ha abierto numerosos caminos a los hombres de hoy.  Con unos pocos “clicks” puedo enterarme de lo que dicen los periódicos de mi país en sus primeras planas; antes de entrar a la ducha ya he visto fotografías de horrendos crímenes cometidos por terroristas, “enajenados” o delincuentes, en medio mundo.  Mientras tomo el desayuno me atraganto leyendo las declaraciones de los políticos: en Rusia, Siria, EUA, Turquía, Grecia, España, Cuba, Santo Domingo.  Los políticos suelen ser personajes que se enriquecen rápidamente a costa de los contribuyentes.  La ingenuidad del electorado y la complejidad de los procedimientos judiciales, los mantiene en perpetua vigencia.

 El hombre común confirma así su impotencia para mejorar las condiciones de vida del lugar donde ha nacido.  ¿Qué puede hacer contra los políticos, los delincuentes o los especuladores financieros? Los hombres de negocios controlan, a través de programas de computación, la expedición de facturas, los cobros a clientes morosos, hacen pagos directos a los bancos de suplidores; magnifican el rendimiento de sus empleados, realizan operaciones a la velocidad del relámpago, transfieren dinero a otros países.  Por medio de teléfonos conectados a la red “Internet” tienen acceso a sus archivos o a “informaciones de crédito”.  Los ejecutivos de empresa pueden trabajar mientras viajan o beben whisky en las rocas.

 Los periodistas disponen de instrumentos con ojos que graban imágenes y a la vez transmiten textos, voces, fotografías.  Los nuevos teléfonos son maravillas tecnológicas derivadas de “la inteligencia artificial”.  Periodistas, hombres de negocios, ejecutivos de empresas industriales, tienen sobrados motivos para aplaudir.  Servicios de inteligencia, de naciones grandes y pequeñas, pueden “rastrear” las llamadas telefónicas de todos los ciudadanos.  La profecía de George Orwell es un verdadero “fiambre”.  La “vigilancia” en nuestro tiempo es universal.

La flecha y la lanza fueron superadas por la ballesta; el arcabuz y el mosquete son débiles armas comparadas con una ametralladora; un obús es casi nada al lado de la bomba atómica.  El dominio político es la resultante de eficaces técnicas militares.  Los tanques de guerra han probado ser mejores que los elefantes utilizados en la antigüedad por los cartagineses.  Jóvenes y viejos estamos atrapados entre drones, “tabletas”, teléfonos celulares y pornografía digital.

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