Bebo Valdés ha muerto a los 94 años, en Suecia, país donde residió mucho tiempo y al que regresó recientemente. Tengo grabada en mi memoria la imagen de Bebo Valdés tocando el piano en un video en que interpreta Lagrimas negras, acompañando a Dieguito el Cigala, en una atrevida mezcla de música flamenca y ritmo caribeño. Lo recuerdo con sus huesudos y agiles dedos desparramados sobre el teclado, con una sonrisa indefinible de cadáver retrasado que irradia las últimas alegrías. Bebo Valdés conoció muy bien la vieja y maravillosa música cubana, negroide y blancoide, cuya historia resumió admirablemente el novelista Alejo Carpentier.
He visto muchas veces, después de un funeral, que algún orador se levante y diga discursos en honra del muerto y de todo lo que el significó mientras vivía. Nunca queda aclarado que cosa significaba; se da por sentado que los presentes lo saben y no es necesario explicarlo. ¿Qué significa Bebo Valdés? En primer lugar, era cubano de pura cepa; después, negro, exiliado político, casado con mujer escandinava, músico de profesión. Su apellido Valdés revela su origen humilde. En Cuba, Valdés es el apellido institucional que llevaban los huérfanos criados en el hospicio. No es un patronímico de la aristocracia cubana.
La famosa novela decimonónica de Cirilo Villaverde, Cecilia Valdés, sirvió como base para el libreto de una zarzuela del maestro Gonzalo Roig. Obra musical donde la cultura negra y la blanca confluyen en los instrumentos de viento y de percusión. También son presentes las enormes diferencias sociales entre blancos y negros; entre el joven aristócrata Leonardo de Gamboa y la encantadora mulata Cecilia Valdés. Un drama específicamente antillano.
Lagrimas negras, la conocida composición de Miguel Matamoros, fue relanzada por El cigala y Bebo Valdés. Dieguito, con voz apagada y la boca maculada por el vitíligo; Bebo, con un ajuste rítmico impresionante, dieron nueva vida a una viejísima canción de desamor que reza: aunque tú, me has echado en el abandono/ y aunque tú has matado mis ilusiones,/ en vez de maldecirte con justo encono/ en mis sueños te colmo/ y en mis sueños te colmo de bendiciones./ La experiencia de Bebo y su gracia estilística hicieron posible el éxito del video.