Circula el rumor de que el Presidente Fernández ha tenido varias entrevistas con el licenciado Danilo Medina.  Se decía entre peledeístas que  Danilo Medina era el artífice de los manejos internos en el Partido de la Liberación Dominicana.  Aseguraban que las victorias obtenidas en muchas regiones del país, en elecciones municipales y legislativas, no se debían solamente al atractivo y a la oratoria del Presidente, sino también a los “arreglos” y vínculos personales de Medina.  Después que Leonel Fernández optó por un nuevo periodo constitucional, Danilo Medina salió “disparado” de la Secretaría de la Presidencia.

Se habló entonces de disgustos, resistencias e incluso rencores, entre ambos políticos.  Danilo Medina declaró en aquellos días que la reelección costaría al país la estabilidad macroeconómica.  Medina siguió dentro de su partido a pesar de las muchas “invitaciones” a salir de él o a fundar una “organización política propia”.  El Presidente ganó las elecciones; los funcionarios responsables del sistema monetario le ayudaron a restañar el flujo del “gasto electoral”; Fernández discutió la crisis financiera mundial, habló, viajó, regresó y triunfó.  Lo mismo con Fidel y Chávez que con Uribe y Obama.

El pacto celebrado entre Leonel Fernández y Miguel Vargas pone el PRD al servicio de la reforma constitucional propuesta por el Presidente.  Las viejas críticas del PRD al proyecto de reforma, tildado de “regresivo”, se convirtieron en “agua de borrajas”.  El casi inmediato pacto del Presidente con el PRSC, uniendo a Amable Aristy con la persona de su “canciller regular”, le asegura decisiva influencia en ese partido.  Los pequeños partidos aliados del PLD quedan, pues, reducidos a su verdadero tamaño.  Ahora son meros “anexos ornamentales”.

Quiere decir que el Presidente “constituido” legalmente ha “constitucionado” a Miguel Vargas dentro del PRD, dándole extraordinarias ventajas sobre Hipólito Mejía.  Tiene ya en sus manos dos patas del “cangrejo político dominicano”: el PRD y el PRSC.  Si Fernández establece en las próximas semanas un acuerdo con Medina, siendo Presidente de la República y del PLD, será también dueño de una tercera pata y, por tanto, de la locomoción del cangrejo.  El único problema es que un cangrejo “inválido” busca, instintivamente, “aparatos de prótesis” para no seguir retrocediendo con las siete patas restantes.