A PLENO PULMÓN
Una lengua afilada

<STRONG>A PLENO PULMÓN<BR></STRONG>Una lengua afilada

Durante la noche de ayer –en medio de un prolongado apagón– la Academia Dominicana de la Lengua desarrolló su tercera conferencia – taller sobre el pensamiento español.  La primera fue dedicada a la obra de José Ortega y Gasset; la segunda, a las meditaciones de don Miguel de Unamuno.  Esta vez tocó el turno a Julián Marías, discípulo de Ortega, autor de muchos libros importantes, entre ellos: “La estructura social” y “Antropología metafísica”.  El doctor Alejandro Arvelo, profesor de filosofía, hizo los comentarios a una estimulante conferencia de Julián Marías acerca de la “instalación del hombre en la madurez”.

Para mí fue gratísimo escuchar la voz de Marías exponiendo los problemas de la juventud y la madurez, en hombres y mujeres; todo ello desde una perspectiva filosófica centrada en la vida humana y no únicamente en la vida biológica.  Es una pena que no podamos oír grabaciones con las voces de Platón, Descartes o Kant.  La escritura es la técnica que permitió la transmisión del pensamiento a lo largo de los tiempos.  Para  reproducir las inflexiones de la voz fue necesario esperar “el invento de Edison”.  Conocí a Julián Marías en el curso de una visita a la RD; pronunció entonces una charla  “resplandeciente” en la Biblioteca Nacional.

 Si grato fue escuchar a Marías, más agradable resultó comprobar el cuidado con que Alejandro Arvelo revisa sus escritos.  No escapan a su mirada notas al pie de página acerca de matices significativos de algún vocablo de nuestra lengua, ni aquellos distingos conceptuales del raciovitalismo de Ortega que Marías prolonga, aplica o desarrolla.  Los precisos comentarios de Arvelo, adecuados y justos, hechos con verdadero entusiasmo intelectual, deben ser subrayados.  “Filosofía española” es un “producto cultural reciente”, mal recibido y peor conocido en muchos países.  Pero podría ser una caudalosa vía de “incorporación” al pensamiento entre los dominicanos.

 Celebro mucho que la Academia Dominicana de la Lengua haya “asumido” la responsabilidad de disponer el estudio de estos pensadores,  que han enriquecido nuestro idioma; por tanto, las posibilidades de intelección, creación e investigación, de quienes hablamos todos los días en español.  Bruno Rosario Candelier, director de la Academia, el académico de número Manuel Núñez, director del programa, merecen calurosos aplausos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas