A pleno pulmón
Vegetación y política

A pleno pulmón<BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2013/06/1E3D8455-0131-42DD-8DA1-E7F58265FF25.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=212 data-eio-rheight=390><noscript><img
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La inauguración de un centro de producción de plántulas en el poblado haitiano de Dos Mond merece “prolongados aplausos”, como solían decir los viejos cronistas de espectáculos musicales.  Pero en este caso, lejos de ser una mera frase retórica, tendremos que “seguir aplaudiendo” durante mucho tiempo.  Reforestar un país es tarea que exige “prolongados” esfuerzos.  El centro de producción de plántulas tendrá “una capacidad anual de 1.2 millones de plantas”.  El Presidente Medina y el Presidente Martelly han iniciado un plan general de reforestación llamado “La isla Hispaniola bajo protección ambiental”.  En el acto inaugural el Presidente dominicano dijo que durante los primeros nueve meses de su gobierno: “se han plantado seis millones de árboles a lo largo de la línea fronteriza”.

 Los aspectos simbólicos de la visita del Presidente Medina al territorio haitiano fueron notoriamente acertados: el nombre del programa, el lugar donde establecer el centro de plántulas, la siembra ceremonial de árboles de caoba por ambos presidentes, el recorrido por la rivera del río Masacre, línea divisoria entre los dos países.  Medina declaró que los viveros de la República Dominicana están disponibles para ayudar a reforestar en Haití.  Todo esto dentro de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.

 Auxiliar a Haití en los días que siguieron al terremoto del año 2010 era insoslayable obligación humanitaria.  Fue una tragedia espantosa que llenó a Haití de escombros y de cadáveres.  La población del vecino país recibió alimentos, mantas, auxilios médicos, socorristas y enfermeros; montones de heridos fueron trasladados a la RD en aquella ocasión.  Hubo nodrizas dominicanas para huérfanos haitianos.  La ayuda dominicana fue entonces más eficiente que las promesas de “la comunidad internacional”.  Reforestar, en cambio, es un compromiso permanente de los dos gobiernos.

 Esta columna, “A pleno pulmón”, comenzó sus entregas en abril 14 del 2009, hace cuatro años; el título del primer escrito fue “Poner pañales a la convivencia”.  Allí pedíamos tomar en cuenta la valiosa experiencia de Israel en la reforestación de la alta Galilea y otros lugares de ese país.  Mencionamos también una técnica edafológica austriaca que consiste en enterrar en los suelos sustancias que favorezcan la retención de humedad.  Tal vez sean cosas útiles para reforestar Haití.

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