Ha surgido un movimiento social a nivel nacional, Coalición por la Seguridad Social Digna, que busca impulsar la modificación de la Ley de la Seguridad Social (87-01), con la finalidad de que sea una verdadera conquista de la ciudadanía, que pueda de manera fehaciente solucionar los problemas de salud, de previsión social y de riesgos laborales, los cuales hasta ahora son solo quimeras, pues dicha ley tal y como está planteada, y por el incumplimiento o vulneración de algunos de sus articulados, solo ha servido a la oligarquía económica del país para aumentar sus riquezas a costa de las poblaciones de obreros y trabajadores, además del Estado, que financian el sistema.
Se vendió como la ley más revolucionaria de toda la historia legislativa del país, la que iba a contribuir a distribuir mejor la riqueza, a disminuir la pobreza, a tener un sistema de salud inclusivo, de calidad, accesible de manera universal, que bajaría sustancialmente el gasto de bolsillo en salud, que daría certidumbre a las personas al momento de su retiro con pensiones dignas, que permitieran cubrir sus necesidades básicas; pero todo ha sido un fiasco. Las personas sacrifican el presente con el pago de sus cotizaciones a partir de magros salarios, para un mejor futuro, el cual se ve cada día más distante e incierto.
La realidad es que tenemos cobertura de salud deficiente, servicios de mala calidad, sistema excluyente y se carece de solidaridad en el sistema. Eso de que los sanos subsidian a los enfermos, los ricos a los pobres, en este país, es pura palabrería. Lo único cierto es que los administradores del sistema engrosan sus ganancias y el sistema político partidario los protege, y asegura marco legal a la expoliación de la población.
Pudiera ser que este movimiento social apartidista diera al traste con el statu quo del sistema. Así, como algo parecido impuso el 4% del PIB para educación; la Marcha Verde indujo a la lucha contra la corrupción y tolerancia cero a la misma (por verse los resultados), Junta Central Electoral apartidista; por igual, Defensor del Pueblo y Tribunal Superior Electoral, Cámara de Cuentas y algunos jueces de las altas cortes; esperemos que este caso, aunque más complicado que los anteriores, porque implica lesionar los intereses “de los dueños del país”, “del poder detrás del trono”, rinda los frutos esperados. ¿Hasta cuando las diferentes autoridades, pasadas y presentes, pretenden ser falsos árbitros en algo que les compete como garantes de los derechos de la población, y, sobre todo, de los más vulnerables?
Es tiempo de que la ciudadanía pueda disfrutar de una verdadera seguridad social, en vez de padecerla como hasta ahora.
En la unidad de propósitos y consolidación del movimiento, sin dejarse contaminar por la politiquería partidaria oportunista, estaría el éxito.
Se vendió como la ley más revolucionaria de toda la historia
Coalición por la Seguridad Social Digna aboga por modificación de ley
Es tiempo de que la ciudadanía disfrute de una verdadera seguridad social