A sus 15 años de edad Alex era el consentido de la familia Ovalles. Tenía una hermana mayor, pero a diferencia de ella el jovencito era  obediente, educado, inteligente, amable, buen estudiante,  risueño y  no gustaba de “andar en la calle”, sino que disfrutaba pasar tiempo en la casa con su madre y con su abuela.

Maestros, amigos y familiares pronosticaban que en el futuro Alex sería un gran  hombre. Lamentablemente el pronóstico no se cumplió: en el verano de 2009  murió de dengue hemorrágico.

Lo más triste es que cada año miles y miles de personas valiosas,  al igual que Alex,  pierden la vida a causa de esta enfermedad.

El dengue es  ocasionado por un virus y  es transmitido por  el mosquito Aedes aegypti  que al picar a las personas  propaga este virus.

Una enfermedad de fiar

En realidad no hay manera de saber si un mosquito transporta o no el virus del dengue.  De ahí la importancia de que la gente  trate de evitar toda clase de picaduras y que se mantengan atentos a lo que los doctores  han identificado como síntomas del dengue: dolor fuerte en la parte frontal de la cabeza, fiebre alta, dolor de espalda, dolor muscular y en las articulaciones (coyunturas), náuseas y vómitos, dolor detrás de los ojos, entre otros.

Y es que la consecuencia inmediata de las picaduras de este mosquito son los  brotes epidémicos en la población.

De hecho, la incidencia de esta enfermedad es tal que, por ejemplo, a octubre del 2007, de acuerdo a informaciones suministradas a los medios de comunicación por el ministro de Salud Pública, doctor Bautista Rojas Gómez, hubo diecisiete muertos y unos 7.200 casos de personas infectadas.

 La tendencia es a la alza, si consideramos que  el año  pasado  fallecieron por el dengue 52 personas y hubo  8,800 casos registrados.

2010: un nuevo reto

Si bien es cierto que los años pasados el dengue tuvo mucha incidencia no es menos cierto que  de acuerdo al panorama presente la situación de este año también será muy compleja. Recientemente Salud Pública ha declarado que el país está en alerta epidemiológica y la Organización Mundial de la Salud ha advertido que 2010 será un año altamente epidémico en el continente.

Mientras tanto, en el país los casos de dengue no se hacen esperar. Este año han muerto 17 personas y la cantidad de enfermos supera los 2,155, de acuerdo a un informe  del Ministerio de Salud.

El viceministro de Salud Colectiva, Nelson Rodríguez Monegro, informó que en los primeros tres meses de este año, en el país se han reportado 2,035 casos sospechosos de dengue, de los cuales 291 son del tipo hemorrágico.

Rodríguez explicó que  la sequía y la falta de agua se convierten en “peligrosos caldos de cultivo” para el aumento de los casos de dengue, debido a que la población se ve obligada a almacenar agua, que si no se tapa correctamente se convierte en criadero del mosquito transmisor de la enfermedad.

Prevención, la medida adecuada

Ante el panorama y dado el particular modo de transmisión de  esta enfermedad lo más sensato es tomar  “la sartén por el mango” y considerar todas las medidas adecuadas. 

Recientemente el Ministerio de Salud Pública lanzó la campaña contra el dengue 2010.

El doctor  Rojas Gómez explicó que  personal de esta cartera y voluntarios estarán realizando un operativo  en ciudades, barrios y comunidades rurales.

Serán cientos de técnicos, epidemiólogos y personal de salud.

En el mismo se incluirá la eliminación de criaderos de mosquitos, la recogida de basura, chatarras y fumigación, en caso necesario, de las zonas más vulnerables.

¡Esté atento a esta campaña! ¡No se descuide! Recuerde que la diferencia entre la vida y la muerte puede ser una simple picadura de mosquito.

Las campañas

Desde hace años el Ministerio de Salud Pública  desarrolla campañas contra el dengue.  Algunas como la de “Cloro untao, tanque tapao” han sido muy efectivas, pero sería ideal que lograsen su objetivo final  que no es otro más que  la población conozca de la enfermedad y tome las medidas preventivas. ¿Qué hace falta para lograr esto? Frecuencia y constancia. Sería interesante que las campañas no se lanzaran cuando ya, por cuestiones de temporada,  la población corre el riesgo de ser infectada. Es necesario que estas campañas sean más frecuentes e insistentes.

Para esta ocasión la cartera dispuso una campaña  de concienciación con una inversión de RD$41 millones.