¿A qué edad son más frecuentes
los problemas de disfunción sexual?

¿A qué edad son más frecuentes<BR>los problemas de disfunción sexual?

No hay una edad determinada. Algunas mujeres jóvenes presentan problemas al inicio de su vida sexual. Otras, ya mayores, pueden presentar alguna disfunción cuando surgen dificultades de pareja, o como consecuencia de algún padecimiento o algún evento fisiológico normal, como sería la menopausia y el climaterio.

El pensar, por ejemplo, que las mujeres menopáusicas ya están grandes y deben cancelar su sexualidad, es completamente falso. Las mujeres pueden seguir disfrutando su sexualidad hasta el día en que se mueran.

Una situación grave es que la esperanza de vida es mayor en las mujeres que en los hombres, por lo que de pronto hay muchas mujeres que quedan viudas y creen que ahí debe terminar también su vida sexual. Es importante que de alguna manera canalicen su sexualidad, que no se cierren a la posibilidad de tener una nueva pareja. El hecho de decir que porque ya están en la tercera edad no pueden tener una vida sexual, es una mentira. Ejercer la sexualidad no es solamente el acto mecánico, el acto fisiológico, sino estar rodeado por una serie de situaciones que tienen que ver con la ternura, el afecto, la cercanía; todo lo que implica la intimidad.

¿Cómo puede prevenirse la disfunción sexual?

Es muy importante que las mujeres tengan una conciencia de su cuerpo y aprendan a conocerlo completamente. Vivimos en una sociedad en la que la educación sexual se enfoca de forma muy distinta hacia los hombres y hacia las mujeres; el niño tiene los genitales a la vista y en nuestro entorno cultural al niño se le aplaude la erección desde que es chiquito; a los papás les parece muy gracioso que cuando le cambian el pañal, se hace pipi o cuando el niño se está descubriendo y se ve en el espejo. Por esta razón los hombres integran muchísimo más sus genitales como parte de su cuerpo; en primera, porque están visibles y en segunda porque nuestra sociedad parece darle muchísimo valor a la erección.

En cambio, en las mujeres los genitales no son visibles y por lo tanto no se pueden integrar. La única manera de verlos es tomar un espejito y explorarse. Si no se ven, si no hay una cultura que fomente el conocimiento, el significado de los genitales femeninos se convierte en algo oculto, misterioso, sucio, y que la mujer no percibe como parte integral de su cuerpo. Sería importante cambiar este enfoque y que así como los hombres integran sus genitales desde que son chiquitos, así como un bebé se descubre la mano, los pies y todo su cuerpo, las mujeres pudieran seguir de esa misma manera su desarrollo, conocer su cuerpo y explorarse sin que sean censuradas. Si una mujer no integra sus genitales, no puede imaginarse cómo son, no sabe qué pasa con ellos y de alguna manera (por lo que le han contado) siempre espera que la primera relación sexual sea dolorosa. Si hay un relajamiento de los músculos no tiene por qué ser dolorosa.

Esto aunado a las expectativas que tiene de la primera vez, de que va a ver “estrellitas” o juegos pirotécnicos cuando llegue el momento tan esperado, suele causar decepción en muchas mujeres. Hay muchas expectativas falsas alrededor de la sexualidad.

Una de las más famosas es la llegada de la primera menstruación y cómo se explica.

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