¿A qué le temen congresistas?

¿A qué le temen congresistas?

Eran unas chicas llenas de sueños. Sus victimarios. Unos desalmados. En el 2008, unas amigas me contaron una historiaque les marcó la vida.

Paseaba una noche, por el puente Ramón Matías Mella o «de las Bicicletas», ubicado en Santo Domingo Este, con la intensión de estrenar una cámara digital, suficientemente pequeña que llevaban en un bolsillo,primer regalo de su madre, que partió a Estados Unidos, en busca del sueño americano.

Según sus palabras, mientras veía el destello de luz proporcionado por el flash de la cámara y disfrutaban de ese hermoso momento, tres hombres, jóvenes, mal olientes y delgados las amenazaron con un cuchillo afilado, momento después,se encontraban debajo del puente. En el lugar, sin ropa, abusaron de ellas sexualmente una y otra vez.

Al librarse de esos malhechores, una de ellas, desnuda, subió a las vías y paró un carro público. Explicó su situación y la persona volvió con unas sábanas y las regresó a su casa.

¿Cómo terminó la historia? meses después, una de ellas dio positivo a un embarazo. Historias así se repiten en barrios y comunidades de nuestro país. Desgarradoras.

¿Me pregunto cómo no ser empáticos ante lo descrito, cómo algunos legisladores que cuentan con los datos estadísticos, historias de vida, argumentos científicos, aún deciden poner trabas para que las tres causales sean incorporadas en el código penal?

Penalizar el aborto en alguna de las causalesagudiza la discriminación de las mujeres más pobres, las que no pueden salir al extranjero, por tanto, recurren a abortos clandestinos. La vía a la que recurrió la familia de mi amiga abusada.

Insólito que a pesar de que la mayoría de los países latinoamericanos cuentan con una legislación que permite la interrupción del embarazo en al menos una causal, en República Dominicana sigue penalizado el aborto junto a Haití, Honduras, El Salvador, Surinam y Nicaragua.

¡Congresistas! ¡Es hora de actuar y dar un paso al frente por las mujeres dominicanas!

 Recuerden que, las encuestas revelan que el 79 % de la población dominicana está de acuerdo con el aborto cuando está en peligro la vida de la mujer, el 76 % lo apoya por malformaciones del feto incompatibles con la vida y el 67 % cuando es fruto de violación o incesto y pederastia

Entonces ¿a qué le temen? miren desde la acera de enfrente.

Congresistas y gobiernos van y vienen, y el compromiso total y genuino no se ha concretizado con las mujeres, en materia de derechos sexuales y reproductivos y otros derechos.

Sólo me queda decir: “Mira con los ojos de otro, escucha con los oídos de otro y siente con el corazón de otro” Alfred Adler.

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