¿A qué nos llevan?

¿A qué nos llevan?

DIEGO A. SOSA
consultor, coach y escritor
www.diegososa.info
diego@diegososa.info
Hace unos días viví una situación particular. Una clienta de “coaching”, lo que llamamos “coachee”, insistía en que la sociedad la ha llevado a ser como es. Toma decisiones erradas por culpa de la incidencia de los demás en ella, afirma.
Recuerdo el experimento de la cárcel de Stanford. En la universidad acondicionaron un local en forma de prisión. Un grupo de voluntarios fue nombrado guardianes y el otro, prisioneros. La elección fue al azar.
Todos se adaptaron a sus roles. Jóvenes dóciles se convirtieron en brutales carceleros, mientras muchachos rebeldes se veían como mansos prisioneros.
Hay mucho que contar al respecto, solo quiero ver aquí las conclusiones de mi análisis con mi clienta.
Las puertas del local no estaban cerradas, pero los que tenían rol de delincuentes nunca intentaron escapar. Así mismo veo cómo tanta gente se ve como mi “coachee”, cree que no tiene salida. Se encierran en una cárcel imaginaria y juegan un rol que piensan adecuado a la situación.
La gran mayoría de los que dicen ejecutar acciones, o no ejecutarlas, por influencia de otros sienten que jugar el rol de víctimas es más cómodo. Quizá lo sea, lo que estoy seguro es que no es más asertivo.
Podemos pensar que no tenemos opción… yo le aseguro que en casi todas las circunstancias las hay. Que sean peores las posibilidades que vislumbramos es otra cosa. La cuestión es que si las alternativas eran peores nos demuestra que elegimos la menos mala. Se da cuenta, la decisión fue nuestra.
Nuestro alrededor nos moldea, es cierto. Lo que debemos estar claros es que teníamos alternativas y elegimos dejarnos moldear en una forma o de otra. ¿O no conoce personas que actúan de otra manera y se formaron en un alrededor muy parecido al suyo?
Ser víctima no es asertivo, es cómodo, porque no seremos nunca culpables de lo que acontece, ni siquiera de lo que hacemos. Lo malo es que tampoco podremos construir lo que sucederá… pensaremos que no hacemos que pase nada. ¿Lo peor? Como esas personas se sienten víctimas intentan influenciar en la vida de los demás, tener el control. Quizá es porque piensan que si a ellos les dicen lo que deben hacer, tienen el derecho y la obligación de actuar igual.
¿Se atreve a ver una situación que vive desde el lado de protagonista?

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