Uno de los mayores aciertos de esta administración ha sido enfrentar con éxito el problema del déficit cuasi-fiscal; sin embargo, a pesar de los resultados elogiados por organismos internacionales, ese proceso, así como la propia política monetaria y cambiaria, ha sido motivo permanente de ataques por parte de economistas vinculados a partidos o a intereses especiales.
El 16 de agosto del 2004 el salvataje bancario por parte del pasado gobierno había costado la cifra de RD$104,857.9 millones de inorgánicos, parcialmente esterilizados con la colocación de RD$89,438 millones en certificados, cuya tasa de interés promedio ascendía a 59.6%, con periodos de vencimiento de muy corto plazo, con pago de intereses mensuales promedio de RD$3,000 millones. La monetización mensual de los intereses representaba uno de los obstáculos principales al proceso de estabilización y a falta de recursos fiscales la única vía para evitar ese desborde monetario era y es neutralizarlos mediante el aumento del monto de los certificados.
El primer pilar del programa para la reducción del déficit cuasi-fiscal consistió en el cambio de perfil de los instrumentos, proceso exitoso ya que de un promedio de vencimiento de cuatro meses en agosto del 2004 se ha elevado a 25.9 meses en junio de este año, con el 95% del stock con vencimiento entre 1-7 años, intereses que en un momento estuvieron por debajo del 10% y gracias a cumplir con ese primer pilar el cuasi-fiscal, a pesar del aumento del stock, se ha reducido desde 4% del PIB en el 2004 a 2.1% en el 2007. Reducción nominal y relativa del cuasi-fiscal y aun así el BC ha logrado acumular reservas a niveles récord.
El tercer pilar fue la Ley de Capitalización, aprobada en julio del año pasado, que contempla la emisión anual de bonos por parte del gobierno y el pago de los intereses al BC, desde 0.5% del PIB en el 2007 hasta 1.5% en el 2017, y a partir de ese año comienza el desmonte del stock que debe culminar como máximo en 15 años.
El proceso de eliminación del cuasi-fiscal le está tomando 25 años a Chile, 50 años a México, a Venezuela 20 y a nosotros apenas diez años y lo que parecía el problema económico más grave en el 2004, en menos de cuatro años se logró cambiar el perfil de los certificados, reducir el déficit y establecer el marco legal para eliminar ese costo y el stock; sin embargo los francotiradores del éxito en las políticas macro-económicas seguirán lanzando sus disparos, de salva, contra la Administración Monetaria.