¿A quién beneficia? Drogas, política y negocios

¿A quién beneficia? Drogas, política y negocios

En el 2002 le dije a mi amigo Manuel Herrera que la invasión de Afganistán perseguía eliminar los talibanes porque arrasaron los cultivos de adormidera e hicieron desaparecer la fuente del opio.
Le expliqué que se culpaba aquel país para tomar el control, replantar la adormidera y que floreciera el negocio del opio. Además, le aclaré que Afganistán no fue el causante de la implosión de los edificios del Centro de Comercio Mundial, en setiembre del 2001.
Afganistán sería un estado fallido y corrupto que de los más de 60 mil millones de euros de ayuda económica, llegados desde 2002, sólo un 12% se habría invertido en mejorar la población (con un 42% por debajo del umbral de la pobreza y un 33% en serio riesgo de hambruna), sirviendo el resto para alimentar la corrupción y financiar ejércitos privados (según una información de The Wall Street Journal que publicó “funcionarios afganos de alta jerarquía habrían evadido desde 2006 más de 3.000 millones de dólares a refugios financieros en el exterior”).
El Bureau de Drogas y Crímenes de la ONU dice con que la llegada de EEUU se incrementó el cultivo de la adormidera: en el 2007, el 93% de los opiáceos del mercado mundial procedían de Afganistán y en la actualidad, la superficie de tierra dedicada a la producción de opio superaría el cultivo de coca en América Latina, siendo el opio y la coca las principales fuentes de financiación de una CIA convertida en la mayor transnacional de la droga.
Desde 2004 un billón de dólares del tráfico de opio fue utilizado para financiar la guerra en todos los frentes. Los ingresos por opio de los talibanes sólo representan el 5% del total que genera el negocio, siendo en su mayoría blanqueado en Wall Street por organizaciones pantalla vinculadas a la Agencia Central de Inteligencia, de EEUU (CIA) y al expresidente afgano devenido en “Capo del opio”.
Luego de las elecciones afganas del 2014, se formó un Gobierno tutelado por EEUU para asegurar su presencia en un país que el Alto Mando considera pieza geoestratégica vital en el rompecabezas del Oriente Medio”, (ahora en misión de entrenamiento y asesoramiento de las Fuerzas de Seguridad afganas y disminuida hasta 12 mil integrantes).
Catorce años después confirmo Lo que le dije a Manuel: la invasión de Afganistán era un truqueo para restablecer los cultivos de adormidera y culpar los afganos por los acontecimientos del 9-11-2001.
De la lectura de “Bush en Guerra” percibí cómo el negocio del opio motorizó la invasión de Afganistán y ahora Contrainjerencia publica los datos sobre la actualidad.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas