El pasado lunes leí unas declaraciones del presidente del CMD, Senén Caba, en las que favorecía el regreso a clases en la modalidad presencial alegando que la mayoría de las familias son monoparentales, por lo que los progenitores no tienen con quien dejar a sus hijos cuando se van a trabajar.

Además de que, agregó, tendrán allí un tutor vigilándolos, educándolos y orientándolos para que se pongan las mascarillas, guarden la distancia y se higienicen. “En las escuelas van a recibir nutrición, educación, orientación, cuidado y limpieza”.

Tres días después el presidente del gremio convoca a una rueda de prensa para decirle al país que como consecuencia de los contagios de covid 19 que arropan el país, la República Dominicana se encuentra en una situación de emergencia nacional, de lo que responsabilizó al Gobierno y su actitud contemplativa, ya que no está haciendo nada para frenar la ola de contagios que está llenando los hospitales.

Y se preguntó si la señal que el Gobierno está enviando con esa actitud, es de que nos contagiemos todos.

“Aquí estamos como si nada estuviera aconteciendo, los vehículos del transporte colectivo abarrotados, los estadios, las plazas…”

Nadie puede reprocharle a los ciudadanos que se alarmen y preocupen después de leer o escuchar esas declaraciones, que contrastan, ciertamente, con la aparente tranquilidad conque está cogiendo las cosas el Gobierno. Pero también confunden, dando paso a la inevitable pregunta: ¿A quién deben creerle?

Dejo la pregunta en el aire, donde probablemente se quede, pero no quiero despedir esta columna sin decir que me hubiera gustado estar presente en la rueda de prensa de ayer para preguntarle al presidente del CMD si después de describir ese panorama tan sombrío y preocupante, todavía sigue creyendo que las escuelas son un lugar seguro donde enviar a sus hijos.