Este domingo, 19 de marzo, se conmemora el 179 aniversario de una de las más grandes victorias del pueblo dominicano, en la que dos mil 500 hombres armados con machetes, una mínima experiencia, escasa formación militar pero con una voluntad de independencia inquebrantable vencieron a 30 mil soldados del poderoso ejército haitiano en la provincia de Azua.
El 19 de marzo pasó a la historia como uno de los momentos que solidificaron en el ideario general la naciente República Dominicana. Como se espera en estos casos, con la leyenda también surgen los nombres de sus protagonistas, sin embargo, -al parecer- en este suceso se aplicó el dicho que dice: “La historia está escrita por los sobrevivientes” y hay quienes aseguran que los hombres que se convirtieron en héroes aquel martes, 19 de marzo de 1844, no son los reconocidos como protagonistas del suceso.
La historia de la primera República gira en torno a varios nombres, uno de ellos, el del general Pedro Santana, quien adquirió notoriedad en la sociedad dominicana al ser integrado a la lucha independentista por el propio padre de la patria, Juan Pablo Duarte, y que asume el control del Comando Militar de la provincia El Seíbo la misma noche en la que se declara al país como tierra libre y soberana ante cualquier potencia extranjera.
Santana, quien fue, según el historiador y escritor, Juan Colón, un hombre de gran experiencia y preparación militar –al igual que el propio Juan Pablo Duarte, mérito que insiste le sea reconocido al patricio-, hábil con la espada y diestro en la estrategia militar obtuvo protagonismo en la batalla del 19 de marzo en el sur del país.
No obstante, a pesar de que hay ciertos méritos que no les pueden ser negados a quién más adelante se convertiría en presidente de la República –para muchos el primer dictador que gobernó la nación-, Santana no fue el héroe que las nuevas generaciones de dominicanos podrían considerar.
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Juan Colón repasa para el Periódico Hoy Digital, los registros históricos de aquel evento y arroja luz sobre lo que realmente pasó.
¿Cuáles eran las condiciones militares de la República Dominicana en aquel 19 de marzo?
Colón explica que a 20 días de declarada la independencia nacional, el naciente país no tenía una infraestructura definida y su Estado seguía en construcción, además, carecía de un ejército que pudiera hacer frente a las amenazas que se divisaban en el horizonte para la nueva república.
Con estas condiciones los dominicanos vieron como las tropas haitianas, un ejército bien equipado, organizado y conformado por 30 mil soldados avanzaban por las regiones del Cibao y Sur en tres frentes. El primero, 10 mil hombres comandados por quien se convertiría en el quinto presidente de Haití poco después, Jean Louis Pierrot, cruzando las provincias de Santiago y Puerto Plata; el segundo dirigido por Charles Reviére Herard, entonces presidente de la nación invasora, que se desplazaba junto a su hombres por San Juan y otro liderado por el general Souffront que llegó con sus hombres a la provincia de Azua. Las últimas incursiones en el Sur del país.
“Azua fue el escenario para que, a fuerza de machete, se consiguiera una victoria esencial para afianzar la confianza del pueblo dominicano en la posibilidad de libertad e independencia tras la osadía de estos hombres”, asegura el historiador.
Juan Colón, historiador.
En cuanto a Santana, Juan Colón, sostiene que llegó a Azua el 18 de marzo, un día antes de la gran batalla, pero para ese momento Antonio Duvergé y Francisco Soñé habían conquistado en varias ocasiones importantes victorias contra las tropas haitianas.
Uno de los primeros méritos –dice Colón- que sí se le deben reconocer a Santana es el reclutamiento de dos mil hombres que llegaron desde Santa Cruz de El Seíbo, lugar de puesto de Santana, Hato Mayor del Rey e Higüey, mientras que los restantes 500 dominicanos fueron sumados por Antonio Duvergé procedentes de la misma provincia de Azua y Haití.
No obstante, el historiador indica que una vez en Azua, el 19 de marzo, Santana sostiene una discusión con Juan Pablo Duarte debido a que el primero quería retirar sus tropas del lugar, con la justificación de que buscaba protegerlos, sin embargo, esta idea no prosperó gracias a una reunión de emergencia que tuvo con Tomás Bobadilla en la que no se aprobó su solicitud por el grado de importancia que representaban las consecuencias de esta acción para el país.
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A pesar de que Pedro Santana había sido designado por la Junta Central Gubernativa, -primer órgano colegiado del país, con carácter provisional que organizó acciones políticas y militares-, presidida por Tomás Bobadilla, como la persona que tendría bajo su cargo el Comando Militar de la zona Sur del país para la batalla del 19 de marzo sus tropas fueron distribuidas bajo el mando de Antonio Duvergé, Manuel de la Regla Mota, Vicente Noble y José María Cabral.
A este punto, según Juan Colón, Antonio Duvergé se perfilaba como el verdadero protagonista de las acciones militares ejecutadas en Azua previo, durante y posteriormente a la batalla del 19 de marzo. Esto pese a que, en teoría, esta fuera dirigida por Pedro Santana.
Para el 19 de marzo, la asignación dirigida a Santana por la Junta Central Gubernativa fue asumida por Antonio Duvergé, quien –según Colón- fue el militar que libró más batallas por la causa independentista y quien dirigió a los dos mil 500 dominicanos aquel martes.
¿Cuál fue la estrategia?
Al llegar la hora del enfrentamiento, Vicente Noble comandó las tropas dominicanas apostadas en el Camino del Barro, en Azua, donde se encontraba la fusilería; Nicolás Mañón dirigió a 200 hombres en la Loma de Resolí y en el centro del pueblo se vieron dos camiones llenos de hombres que seguían las órdenes de Francisco Soñé y José del Carmen García.
Asimismo, en Los Conucos y Las Clavelinas había comandos dirigidos por Matías Vargas, José Lejer y Federico Martínez.
Por sus condiciones y menor número frente al ejército haitiano, los héroes del 19 de marzo utilizaron la modalidad de “Guerra de Guerrillas” para enfrentarlos, esta consiste en pequeños grupos armados que emplean ataques móviles que evitan la confrontación directa contra un enemigo mayor y menos ágil.
¿Fue Santana un héroe?
Ante los hechos, es propicio hacerse la pregunta si fue Santana un héroe o no. El historiador, Juan Colón, señala que el mundo de los historiadores hay una teoría que ha logrado el consenso. Esta indica que “La vida de un hombre no debe ser juzgada por cómo inicia, sino, por cómo termina”.
“(Santana) Lo que hizo con las manos, lo desbarató con los pies”, agrega Colón.
Aunque lo reconoce como un militar exitoso por la experiencia que adquirió y sus conocimientos en el área, Colón, no considera a Pedro Santana como uno de los héroes de la batalla del 19 de marzo. Tampoco cree prudente que sus restos permanezcan en el Panteón Nacional donde yacen los de los demás dominicanos y dominicanas que lucharon por la independencia nacional.
Colón recuerda que los restos de Pedro Santana fueron llevados al Panteón Nacional por orden del presidente Joaquín Balaguer, sin embargo, entiende que esta decisión no fue basada en los méritos del militar, sino, en las similitudes que veía el líder reformista en la persona del general.
Además, recuerda que Santana se aprovechó de su poder militar para imponer la adición del artículo 210 en la Constitución Dominicana que le otorgaba poderes como presidente estableciendo que el poder político no debía ser civil sino militar, entre otras “Cualidades”.
“Art. 210.- Durante la guerra actual y mientras no esté firmada la paz, el Presidente de la República puede libremente organizar el ejército y armada, movilizar guardias nacionales, y tomar todas las medidas que crea oportunas para la defensa y seguridad de la Nación; pudiendo en consecuencia, dar todas las órdenes, providencias y decretos que convengan, sin estar sujeto a responsabilidad alguna”.
Artículo agregado a la Constitución Dominicana en 1844 por orden de Pedro Santana.
Asimismo, valiéndose de su autoridad como presidente, Santana exilió a Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella, declarándolos traidores de la patria al igual que a otros trinitarios como los hermanos Puello.
También, manda a fusilar a Francisco del Rosario Sánchez, quien había vuelto al país entrando por Haití para evitar la anexión a España –otra de las acciones ejecutadas por Santana- y a su hermana María Trinidad Sánchez, reconocida como la primera víctima de un crimen político en el país, madre de la patria y quien comparte el mérito junto a Concepción Bona de confeccionar la bandera dominicana.
Tristemente, la mayoría de las personas que participaron activamente en la batalla del 19 de marzo de 1844, que consolidó la independencia nacional a 20 días de su proclamación, no han recibido tanto reconocimiento –para bien o para mal- por parte del pueblo dominicano.