¡A reciclar! Lo que ayer comenzó como un concurso, hoy es una cultura practicada por miles de estudiantes

¡A reciclar! Lo que ayer comenzó como un concurso, hoy es una cultura practicada por miles de estudiantes

Aprendimos a reciclar para participar en un concurso y ahora lo hacemos como parte de una cultura”. Esta expresión de la joven Karina Valdez Heredia, del Centro de Excelencia Profesora Cristina Billini Morales (Fe y Alegría), es compartida por miles de niños y jóvenes de diferentes centros educativos que participan en el programa educativo ¡Yo reciclo!

La iniciativa, que llega a su quinta versión, es organizada por el Banco Popular en coordinación con el Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal (Cedaf). Cuenta, además, con el auspicio del periódico HOY.

El proyecto involucra a más de 250,000 estudiantes y busca fomentar la cultura de las 3R (Reducir, Reutilizar y Reciclar) entre los alumnos, sus familiares, amigos y allegados, de manera que el mensaje de respeto por el medio ambiente se propague en el país.

El programa ¡Yo reciclo! desarrolla una serie de actividades en los colegios y escuelas durante el año escolar.

La principal de ellas es el concurso de reciclaje de papel y plástico.

Los centros educativos que cuentan con instalaciones apropiadas se constituyen en puntos limpios y funcionan como lugares de acopio de residuos para su red de aliados en la comunidad.

Los participantes deben recolectar la mayor cantidad posible de papel, que después se reciclará y servirá para producir nuevos artículos. Lo mismo ocurre con las botellas y galones de plástico, debidamente limpios.

Integración. En esta versión participan más de cien centros escolares de Santo Domingo, Santiago, Moca y La Vega. Entrevistados en La Esquina Joven de Hoy, niños y jóvenes de centros educativos contaron su experiencia.

Intervinieron representantes del colegio San Gabriel de la Dolorosa, el centro educativo Víctor Estrella Liz, el María Inmaculada, la escuela Profesora Cristina Billini Morales (Fe y Alegría) y el centro educativo El Lirio.

Explicaron que en principio sus padres les regañaban por llevar a la casa desechos sólidos (botellas de agua, periódicos y otros) que recolectaban donde vecinos y en la calle.

Sin embargo, al explicarles de qué se trataba y su importancia tomaron conciencia y se integraron en el proceso de recolección.

En el conversatorio narraron entusiasmados su experiencia sobre las jornadas realizadas para lograr la meta pautada.

La competencia entre cursos era intensa y dinámica. La jornada les permitió cultivar valores como la humildad, la solidaridad y el compañerismo. Como parte de los trabajos, realizaron operativos diversos como visitas casa por casa, parques, polideportivos y gimnasios.

Inclusive llegaron a visitar el vertedero de Duquesa. Entre anécdotas e historias, los chicos dejaban escapar su amor y pasión por la preservación de la naturaleza y el medio ambiente.

Efectividad. Moldosa, una empresa dedicada a la fabricación de cartones de huevos a partir de papel de oficina y periódicos viejos, antes tenía que importar papel residuo (desechado) de otros países para su producción; ahora, gracias a los centros de acopio del programa, obtiene 700 toneladas mensuales sin salir del país e incluso se han convertido en exportadores de papel residuo.

Dentro de los objetivos del proyecto está el hecho de que todos los ciudadanos adquieran conciencia de que aquello que se denomina “basura” puede ser, en muchos casos, un material de valor, una vez reciclado y reutilizado.

Ginny Heinsen, director del programa 3Rs del Cedaf, y Víctor Hilario, gerente de Responsabilidad Social Corporativa del Banco Popular, destacaron la importancia de este programa y su impacto positivo a corto, largo y mediano plazo. La iniciativa cuenta con el apoyo, además, de la Asociación Dominicana de la Industria de Plástico (Adiplast) y Cartonera Rierba, entre otras.

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