A revisar las estrategias

A revisar las estrategias

La demanda de crédito bancario está en niveles muy bajos. La banca tiene bastante dinero disponible, pero pocos se aproximan a las ventanillas en busca de préstamos. Se esperaba que una serie de decisiones adoptadas por el Gobierno, principalmente  la reducción de las tasas de interés, estimularía la demanda de crédito, pero hasta ahora no ha ocurrido así. Una parte del sector empresarial ha estado advirtiendo sobre una baja en la producción de bienes y la necesidad de adoptar medidas para preservar empleos. En los mercados de destino de nuestra producción ha habido contracción de la demanda y eso se refleja en nuestras exportaciones.

La baja demanda de crédito bancario puede significar una desaceleración en la inversión, sea para producción empresarial o personal. Si las estrategias adoptadas por el Gobierno no han logrado despertar el interés por el crédito, es indicio de que estamos ante un proceso de  desaceleración económica que hay que atender, mejorando o cambiando las estrategias. Hay poca disponibilidad de recursos en las arcas del Gobierno como para aumentar el gasto público y dinamizar la economía, aún cuando muchos entienden que una solución sería mejorar la calidad del gasto público actual con esos mismos fines. Las circunstancias aconsejan que el Gobierno escuche a los sectores económicos y diseñe con ellos las estrategias de impulso necesarias.

Modernidad y riesgos invisibles

La vida moderna y los avances tecnológicos, del mismo modo que hacen más cómoda la vida, colocan a las personas ante riesgos imperceptibles pero reales. Las bombillas de bajo consumo son la panacea del ahorro, pero cuando se rompen liberan residuos de mercurio muy peligrosos. Las baterías más usadas en  celulares, relojes y otros aparatos portátiles contienen litio, que es altamente peligroso para la salud, y lo mismo pasa con muchos de los componentes de computadoras.

Todos estos dispositivos y sus componentes son desechados en cualquier parte, en el suelo, el subsuelo, a cielo abierto o en contacto con las aguas, sin importar qué tan nocivas podrían resultar sus reacciones con los elementos del medio ambiente. Ante el cada vez más abundante uso de aparatos de tecnología moderna, es necesario que vayamos pensando en establecer normas de reciclaje que permitan deshacerse sin riesgo de todos estos tóxicos.

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