A su tiempo se maduran los mangos

A su tiempo se maduran los mangos

En la celebración de la Expo Mango 2009, organizada por varias instituciones públicas y privadas, fui objeto de  un reconocimiento plasmado en una placa que reza “Por su apoyo al fomento de la producción de mango y, en especial, por realizar las introducciones de nuevos cultivares y capacitar los recursos humanos para el desarrollo del cultivo”.

Aprovecho ese reconocimiento para dar a conocer, de manera sucinta, algunas de las actividades relevantes que hicieron posible el desarrollo de plantaciones comerciales con variedades mangos, aguacate, cítricos y otros frutales con características sobresalientes,  como productividad, calidad para la exportación, cosecha fuera de época, y otras.

A principio de los  años sesenta la agricultura dominicana todavía descansaba en rubros y productores tradicionales.  Salvo la plantación de naranjas de don Juan Barceló, el cultivo de frutales arbóreos a nivel comercial no era significativo, ya que las frutas se consideraban cultivos de patio, y las pocas personas que le reconocían cierto potencial de mercado no estaban preparadas para hacer inversiones de varios años, antes de lograr la primera cosecha comercial.

Para esa época había muy pocos injertadores, y el conocimiento y valoración de las plantas injertas eran difusos, por lo que la mayoría de los interesados en plantas frutales las seguían sembrando a partir de las semillas.  Entre el 1963 y 1966, en mi condición de Coordinador del Programa de Fruticultura y Cultivos  Tropicales de la Secretaría de Agricultura (SEA), comenzamos a establecer una red de viveros oficiales en varios lugares del país, e incrementamos el número de injertadores entrenados.  Sin embargo eso no garantizaba totalmente la calidad de los frutales porque no había suficiente material seleccionado para hacer los injertos.

Las importaciones de material de propagación, y pruebas posteriores de las plantas, las iniciamos en el 1964 con variedades de naranjas, pomelos, toronjas, tangelos, mandarinas y limón persa, así como patrones resistentes a enfermedades.  Pero las introducciones masivas de cultivares (variedades cultivadas), sobresalientes de aguacate, mango, zapote, níspero, y otros frutales las hicimos entre 1969 y 1973, desde Florida, Puerto Rico y Honduras, aprovechando nuestra estadía en la Universidad de la Florida, y las relaciones que pudimos establecer como Secretario General y luego Presidente de la Sociedad Americana de Ciencias Hortícolas, Región Tropical.

Esos materiales, conjuntamente con la selección de plantas dentro de algunas de las plantaciones de cítricos, sirvieron para establecer los primeros bancos de yemas del país en San Cristóbal, Azua, Santiago, Hato Mayor e Higüey, de los que se abastecían los viveristas, masificándose así la propagación de plantas con mejor garantía de calidad.

De mucha importancia fue también la formación de recursos técnicos a nivel profesional, lo que pude emprender como profesor de Fruticultura por varios años en la UNPHU, actividad que sembró conocimiento e interés en varios profesionales que hoy lideran la industria de mango y otros frutales, a nivel de empresarios o de proveedores de asistencia técnica.  Las actividades de difusión e intercambio de informaciones técnicas las apoyamos en artículos de prensa y charlas frecuentes, y  en la  producción y dirección del programa de televisión Agroconocimiento, y una revista mensual del mismo nombre.

Siempre pronostiqué que el mango, por considerarse una fruta “que se daba donde quiera”, sería el último de los frutales mayores en dar el salto hacia plantaciones comerciales  organizadas, pero ya es una industria de importancia. A esta fecha en el país hay cerca de 51,000 tareas plantadas de mango, 1100 productores y 12 empacadoras que en el 2008 exportaron $4.5 millones de dólares. 

El desarrollo de las plantaciones comerciales de frutales tiene hoy en día muchos protagonistas que a su tiempo deberán ser reconocidos, pero hoy recordamos a algunos de los héroes de las décadas de los años sesenta y setenta nos acompañaron en estos menesteres, como el Dr. Manuel Telles de Vasconcellos, asesor de la FAO; Daniel Levandowsky, asesor de la USAID; Ignacio Caraballo, Santiago Hilario, Julio Guzmán, Rafael Marte, Rafael Torres, Frank Díaz, y otros.  En lo que a mi concierne, me siento orgulloso del aporte hecho en el campo técnico y agradezco el reconocimiento de Expo Mango 2009.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas