SANTIAGO. Cada mañana, doña María Simeona Peña saluda a todos sus compueblanos con su mejor sonrisa.

Al visitar su vivienda nos afirma que su alegría  ha sido la clave para ser  feliz, aun  en medio de todas las vicisitudes a que ha sido expuesta.

La centenaria mujer no ha perdido la utilidad de sus ojitos, y su corazón vibra al ritmo de muchas cosas  que aún  puede  hacer.  “Ella ensarta  una aguja como si nada, lava,  camina,  cocina, friega y es una amante de ir a sembrar al conuquito que hay en  el patio”, señala Celia, su nuera, con quien  ha vivido por espacio de 20 años, 

Un consejo que da  a las  niñas y  jóvenes es “no andar mostrando el  ombliguito por que esa es  la vergüenza de  la mujer. Yo les  vivo dando ese consejo a las  de aquí y  me dicen que  estos son  otros tiempos, pero es lo mismo siempre”.

Doña María, que se hizo conocida esta semana  por ser la mujer más vieja en ser elegida reina, es amante de la vida política y desde los tiempos de Trujillo ella asegura que vive con  pasión  los cambios que se han originado en  el país.

 “Claro que te  puedo hablar de política; oh, yo estoy enterada de todo, lo único que me duele en  el alma es saber que todo es  igual, todo sigue igual y no hay esperanzas para  los pobres”, afirma

Con 101 años se impuso a ocho jóvenes de entre 15 y 25 años que aspiraban a convertirse en reina de las fiestas patronales de la localidad  Doña Agueda. A unanimidad, el jurado decidió que   fuera la reina.

“Ella  estaba  emocionada porque  toda la comunidad quería que ella  fuera la reina para dejar demostrado que la edad no tiene límites ni barreras. Le  pusimos un vestido precioso, la peinamos como una reina y ese día fue un día de regocijo, en donde la paseamos por estas calles”, comenta Celia.

Pero por el rostro de doña María Simeona, advertimos que disfrutó en grande  el festejo.

“No fui reina cuando  joven, y lo logré ya una vieja pero que tiene ganas de   hacer  cosas, vivir y seguir dando ejemplo de que en la vida todos los sueños se cumplen”, expresó en una reafirmación de positivismo.

La mujer fue elegida reina de las fiestas patronales de su localidad después de que la mayoría de sus contrincantes se retiraran y decidieran darle su apoyo.

La reina centenaria solicitó al presidente Leonel Fernández que se digne en   ofrecerle una ayuda ya que con el hijo que vive está  invalido y no tienen ninguna entrada económica.

Su niñez

Doña  Simeona  tuvo una niñez con muchas precariedades,  pero  muy  feliz. Nació el 29 de septiembre 1907,  en  la  sección  Doña Agueda, en La Jagua, donde  ha vivido  los  101 años que tiene. Aquí  se casó y  crió a sus  6 hijos de los cuales    tres  fallecieron. Asegura que de sus padres aprendió a no usar  ningún vicio y a  fortalecer su fe, que ha sido en los últimos años su  fuente de inspiración.