A tres presidentes les llamaron “boy scout”

A tres presidentes les llamaron “boy scout”

Teófilo Quico Tabar

Algunas personas tienen la tendencia de llamarle “boy scout” a otros a quienes consideran por debajo de su nivel o con aspiraciones a las cuales no les ven posibilidades. Por considerarlos novatos, o sin las experiencias suficientes para colocarlos a la escala que ellos mismos se otorgan. En tal sentido, es recomendable tener cuidado con llamarles así a las personas, sobre todo si se trata de un político. A continuación les expongo tres experiencias:
La primera ocurrió a principios del gobierno de don Antonio Guzmán (1978-1982). Días después del huracán David, el presidente convocó un Consejo de Gobierno al cual asistí en calidad de encargado interino del Consejo Estatal del Azúcar. En dicho Consejo se crearon comisiones de seguimiento a los daños ocasionados por el fenómeno atmosférico.
Estando en el ante-despacho presidencial, repleto de funcionarios, empresarios y personas de diferentes actividades a la espera de ser llamados para dar informe al presidente, entró Hipólito Mejía, en ese momento secretario de Estado de Agricultura. Su sola presencia saludando espontáneamente a cada quien por su nombre y apodo, conversando y bromeando con todo el mundo, causó sensación. Al comentar con algunos dirigentes influyentes del PRD y funcionarios del gobierno sobre el promisorio futuro político de Hipólito, uno de ellos dijo: “No hombre, ese es un boy scout”.
La segunda vez que escuché esa expresión sobre un político, fue en ocasión de la crisis surgida en 1990 entre Balaguer y Bosch, de lo cual he escrito. Se estaban haciendo gestiones para apaciguar las aguas y se programó una reunión a la cual asistirían varios dirigentes del PLD. Al preguntar si Danilo Medía vendría a dicho encuentro, uno de ellos expresó, que en esa comisión no cabían los “boy scout”.
La tercera ocurrió en el restaurante Mesón de Bari, en la Zona colonial. Lugar al cual iba con cierta frecuencia, en el que nos juntábamos varios amigos, entre ellos: Tomasín López Ramos, Arnulfo (Miñín) Soto, Virgilio Ortiz Bosch, José Turull, Sancocho Marrancini, Tito Serrata, Maximito Rodríguez, Guillo Carías, Iván Robiú, etc. Un día, estando presentes varios dirigentes del PLD, uno de los contertulios dijo que se estaba mencionando a Leonel Fernández como posible candidato presidencial, y uno de los dirigentes peledeístas dijo que Leonel era un “boy scout”.
Los Boys Scout es una de las organizaciones más interesantes que haya conocido. Desde Salcedo hasta la Capital, donde tuve la oportunidad de compartir con excelentes personas, bajo la orientación de José y Manolo Pérez Saviñón, el padre Ferrí, del Colegio Calasanz, los hermanos Terrero y muchos otros.
Llamarle “boy scout” a alguien en aquellos tiempos era un orgullo, porque ninguno aspiraba a nada más que destacarse en conducta, orientación, disciplina, cooperación, servicios, hacer buenos nudos y fuego con un palito y piedras.
Pero en materia política recomiendo tener mucho cuidado con llamarle a alguien “boy scout”. Los que le llamaron así a Hipólito, Leonel y Danilo, probablemente sin ninguna mala intención, luego fueron sus subalternos. Boy Scout en otras actividades, pero cuidado con los políticos.

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