A un año de gobierno Luis Abinader ¿Mejor presidente que candidato?

A un año de gobierno Luis Abinader ¿Mejor presidente que candidato?

A 365 días de gobierno, aún resulta fácil para los dominicanos recrear en su memoria los esfuerzos del entonces candidato Luis Abinader por alcanzar la presidencia de la República, bajo el compromiso de combatir la corrupción, fomentar la transparencia y recuperar la credibilidad que, a su juicio, debe tener un gobernante.

Además de estas propuestas que delineaban de manera clara el «El Cambio» que prometía, también figuraban las promesas de un Ministerio Público independiente, la recuperación económica y, más importante aún, priorizar las acciones para combatir la peor crisis sanitaria del país y una de las mayores en la historia de la humanidad: la pandemia del COVID-19.

Durante su campaña electoral previa al 16 de Agosto de 2020, Abinader lucía convencido de su modelo de gobierno pese a las críticas del oficialismo por vender la idea de su inexperiencia de Estado, y el escepticismo  de un segmento de la población que no veía en él un carácter idóneo para ejecutar lo que prometía.

“Mi candidato es Luis Abinader, pero yo no sé. Su discurso como que no me llena; estoy esperando a ver”, expresó en una conversación cotidiana un electricista del Ensanche la Fe, cuando todavía faltaba aproximadamente siete meses para las elecciones presidenciales.

Las expresiones de este «hombre de a pie», también fueron reflejadas en su momento en las redes sociales, aunque adornadas con otros elementos como los cuestionamientos sobre su visión de Estado, el compromiso que exhibía con el país y la forma en que abordaba los problemas estructurales de la nación.

Sin embargo, a un año de gobierno, la situación ha dado un giro inesperado por muchos.  El mandato presidencial del gobernante ha impregnado su propio sello, llevando a cabo sus compromisos de disminuir la corrupción a su mínima expresión, someter a los corruptos y estimular el ejercicio público transparente, mediante ejecutorias gubernamentales flexibles y cercana a la población.

Además, su propuesta de devolver a la población, a través de la recuperación de los millonarios recursos que habrían sido desviados en gestiones pasadas, ha calado en la clase popular con la misma aceptación que han tenido iniciativas como la designación de Miriam Germán al frente de la Procuraduría, la separación de cargos públicos de los casos reñidos con la ley, y su distanciamiento de políticos tradicionales con alto cuestionamiento público.

«El estandarte de Luis Abinader y su compromiso con la sociedad dominicana era mitigar la corrupción y llevarla a su mínima expresión, en un país donde prácticamente había una situación que no se sabe donde empezaba lo público y donde terminaba lo privado, en término de manejo del Estado«, comentó el politólogo Daniel Pou, quien no vaciló en señalar que Luis Abinader ha sido mejor como presidente.

Sobre su modo de gobernar y establecer  la diferencia con gestiones de gobiernos anteriores, Pou expuso que se trata de un estilo «laxo» que está estrechamente vinculado con su  educación, carácter, trayectoria personal y familiar, y sobre todo la trayectoria de su padre. «Para Luis Abinader eso es un valladar infranqueable».

Agregó que Abinader llegó al poder sin ser un político profesional, sino como una persona con una visión de lo que debe ser el país, y con un compromiso con sectores que tratan de modernizar la forma de hacer política. Además, busca sentar un precedente de apostar a su prestigio personal como hombre público, marcando una línea sobre el límite de sus compromisos.

Titubeo

La firmeza en cumplir su compromiso, según Pou, es otro elemento a destacar en Abinader como presidente de la República, al citar que no ha tenido titubeos para separar de la administración pública a personas consideradas cercanas, mostrando señales claras sobre su propósito en el gobierno.

«Yo le voy a decir algo. En este país el 98 por ciento de los casos de corrupción tienen que contar con la anuencia del presidente de la República y Luis Abinader, por lo visto, no está por participar de esos compromisos», enfatizó el especialista.