A un año del triunfo electoral

A un año del triunfo electoral

RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
El 16 de mayo del 2004 la mayoría de los votantes, 57%, decidieron pasar una página hacia delante para superar el desastre económico, político y social resultado de la administración del agrónomo Hipólito Mejia y colocar en palacio por segunda ocasión al doctor Leonel Fernández, como depositario de la confianza en la superación de la crisis económica y la construcción de un mejor entorno institucional.  Cuando los votantes se encontraron frente a la urna para ejercer el sufragio, estaban conscientes que el gobierno de Hipólito Mejia había significado un retroceso de cuatro años en materia de ingreso per-cápita real, y un retroceso difícil de cuantificar, en materia del desorden institucional, aumento del crimen organizado, penetración  del narcotráfico en organismos del Estado y aumento en los niveles de corrupción.

Leonel Fernández se convirtió el 16 de mayo en el depositario de la fe pública para sacar al país de la peor crisis económica de los tiempos modernos y también comenzar a resolver las debilidades institucionales acrecentadas en el cuatrienio anterior.

A pesar de haber heredado una economía agobiada por enormes déficit, mas la duplicación de la deuda externa e interna, a nueve meses del ascenso el gobierno del Presidente Leonel Fernández puede exhibir ostensibles logros económicos que superan las expectativas albergadas por los agentes económicos.

Tras dos sucesivas rupturas del acuerdo stand-by, debido a los incumplimientos de las pasadas autoridades, el actual equipo económico debió concentrar todos sus esfuerzos en varias rondas de negociaciones para arribar a un nuevo acuerdo con el FMI, aprobado por el directorio el primero de febrero, y la pre-revisión  de marzo simplemente reitera el compromiso de las autoridades con la recuperación de la estabilidad, manifestado en el cumplimiento por encima de lo estipulado de los “Criterios cuantitativos de desempeño” y de las “Metas indicativas”, más el sometimiento al Congreso de una buena parte de las instancias comprendidas en el calendario para la reforma estructural en el área fiscal y el cumplimiento de todos los compromisos de la reforma financiera.

La disciplina fiscal y monetaria ha permitido frenar la inflación a niveles de 1.07% en el primer cuatrimestre, la anualizada a 3.90% y desde agosto a la fecha el índice de precios al consumidor se ha reducido en 1.86%, mientras la tasa de cambio se ha anclado por debajo del 29×1, cifras que contrastan con el 25.24% de inflación para abril del 2004, la anualizada 62.98% y la tasa de cambio de 44.81 pesos por dólar.

Los mayores éxitos se han verificado en el área monetaria con la reducción, entre el 13 de agosto y el 29 de abril de este año, de la emisión monetaria nominal en 3.3%, el incremento de las reservas internacionales netas desde US$331.6 millones a US$1,092.7  y si bien el stock de certificados se ha incrementado en 47.6%, las proyecciones apuntan a una reducción entre 0.8-1.0% PIB del déficit cuasi-fiscal, gracias a la caida en la tasa de interés nominal de los instrumentos y la extensión de los periodos de vencimiento.

A pesar de los constreñimientos fiscales y monetarios derivados del programa con el FMI, la economía dominicana exhibió en el primer trimestre un saludable crecimiento de 4% en el PIB, impulsado por el aumento de la demanda interna y de las exportaciones, indicadores de una recuperación, a pesar de existir peligros latentes como el mantenimiento de un choque externo petrolero y el tema de los certificados del BC, cuyo desmonte dependerá de la realización de los activos de los bancos quebrados y del propio BC, del crecimiento económico y de la generación de superávit presupuestarios en una nueva reforma impositiva.

Para continuar con la cadena de logros en el área económica, 94% de los tenedores de bonos soberanos aceptaron la extensión del período de vencimiento e incorporar al capital los intereses correspondientes a este 2005 y el 2006,  quedando a tiro de definición en pocos dias la renegociación con la banca privada, para así concluir una exitosa renegociación global de los compromisos externos, lo cual permitirá reducir el servicio de la deuda, dar mayor sostenibilidad financiera al programa con el FMI y mejorar la clasificación riesgo-país en la medida que los mercados financieros han captado la positiva evolución económica del país.

Los ingentes esfuerzos en el área de la economía han absorbido las mayores energías del Presidente y su equipo de gobierno y se han descuidado flancos, se han cometido errores que han colocado a la defensiva al gobierno en materia de lucha contra la corrupción, la pasada y la que desde ya se esta incubando en el propio gobierno.

El gran reto de la administración Fernández, después de haber acometido hasta ahora con tanto acierto la recuperación económica, es obtener la misma calificación en materia de adecentar el gobierno y la sociedad, disminuyendo los altos índices de corrupción y poniendo punto final a la impunidad de los corruptos pasados y los potenciales de la actualidad. 

Con esta última asignatura el Presidente Fernández y el PLD se juegan el endoso popular obtenido el 16 de mayo, la posibilidad de modificar la composición congresional el próximo año y hasta la posibilidad de continuar como principal alternativa mas allá del 2008.

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