A ver, llegó el 2007

<p>A ver, llegó el 2007</p>

MARTA PÉREZ
¡Un año más! Todavía se recuerda el inicio del 2006 y podemos ponernos en capacidad de reconocer lo que hicimos para superar los errores cometidos y empezar el nuevo año con todas las garantías de llegar a las metas propuestas. Ahora, en el receso natural de enero, como superación de la resaca navideña (y no sólo por el consumo de alcohol), es necesario pasar balance a lo hecho en los doce meses que se fueron, para recuperar energías, evitar las tensiones, presiones y mal humor, y disponerse a seguir adelante, cada quien desde su rol.

Son muchos los responsables y muchas las responsabilidades, por lo que debe resultar fácil una sincera sumatoria de voluntades para no sólo seguir sino tratar de avanzar.

Una primera acción sería asumir una actitud positiva frente a la realidad nacional y mundial y proponerse aportar algo, pero algo concreto.

 Muchos se preguntarán, con sobrada razón, ¿qué puedo yo aportar?.

Y no tanto por lo que son, sino por lo que se consideran ser. Delante de la figura presidencial, el doctor Leonel Fernández, a quien la mayoría le otorga la responsabilidad de poner a caminar el país y la nación, olvidando las cuotas de responsabilidad que tienen por sí, ¿qué podría aportar un motoconchista, por ejemplo? Tal vez éste crea que tiene nada que aportar; y que su única responsabilidad (a veces siquiera lo ven así) es transportar personas para ganar dinero. No.

El motoconchista tiene la responsabilidad de mantener su motocicleta en buen estado, portar licencia para conducirla y hacerlo con prudencia, organizarse y darse a conocer en su comunidad o el sector donde realiza su trabajo (es su carta de presentación), hacer uso del casco protector, dejar el pasajero en su destino, abordar la cantidad de personas permitidas, tomando en cuenta madres con menores, evitar el uso de teléfonos celulares mientras va en movimiento, entre otras.

Imagínese, si este es un motoconchista, ¿cuántas serían las responsabilidades concretas de las instituciones públicas o privadas y sus funcionarios o ejecutivos y empleados?.

El motoconchista debe asumir esas responsabilidades por el tipo de trabajo que realiza, generalmente por motus propio, para generar sus ingresos. El funcionario es designado y se les paga para y por las funciones que debe realizar, que les son asignadas.

Y muchas veces debe generar ingresos para el funcionamiento de la propia institución y del país. Si el motoconchista cumple con sus responsabilidades, tendría más ingresos, porque la gente va a lo bueno y a lo seguro, y estaría aportando al país (aunque no lo crea). Vamos a considerar lo mismo para el sector público: Si cada funcionario, por ejemplo, se preocupa por cumplir sus responsabilidades institucionales que le son asignadas y colabora con las que le sean afines, se avanza cada vez más en las ejecutorias institucionales, la credibilidad de las instituciones se eleva, la eficiencia y calidad de los servicios se multiplica, las políticas institucionales se fortalecen, la población demandante de servicios se siente atencionada, y consecuentemente se incrementa la fe y la esperanza en el gobierno, y, lo más importante, se fortalece la democracia como aspecto esencial para la continuidad del Estado. Claro, las ejecutorias institucionales requieren de la erogación oportuna del presupuesto correspondiente y de la optimización y eficientización del mismo, lo cual, también ha de ser uno de los retos para el nuevo año. La creación por ley de la Secretaría de Economía, Planificación y Desarrollo augura grandes expectativas en materia de los tres principales renglones que incluye, pero se requiere del involucramiento y empoderamiento de los recursos humanos de las instancias de competencias; así como de la reorientación de las estrategias de la planificación y programación presupuestaria de las instituciones gubernamentales, hacia las líneas base del programa del gobierno central, para seguir avanzando, de manera concreta, sin desperdicios, sin barreras, sin traumas, en el sentido de alcanzar el desarrollo económico, la democracia real y la equidad social, para la sostenibilidad participativa.

El año 2006 registró aspectos importantes en el avanzar; y grandes retos y desafíos. De esto son responsables, de una manera u otra, todos los dominicanos y dominicanas. A ver, revise su rol, decídase a aportar su grano de arena, que llegó el 2007.

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