Es un cliché, una frase hecha, pero envuelve una gran verdad. El día de la votación es el más importante para un ciudadano. La Junta Central Electoral (JCE) ha convocado para mañana domingo a ocho millones, 195,151 ciudadanos para que ejerzan su derecho a elegir los gobiernos de 158 municipios y 235 distritos municipales. Un derecho que solo se ejerce en las sociedades abiertas, democráticas. La República Dominicana dejó atrás la dictadura de Trujillo en 1961 y desde el año siguiente, 1962, inició un largo viaje hacia la democracia plena, proceso en el que permanece. No ha sido un viaje cómodo, pero valió la pena emprenderlo y estamos animados para seguir avanzando hacia la meta. En el transcurso hemos tenido altas y bajas, pero nunca hemos perdido la meta, nunca hemos pensado que otros modelos de organización superan la libertad y la pluralidad propia de la democracia occidental. Por eso hemos persistido en la celebración de comicios, un tras otro, siempre de acuerdo a nuestros marcos constitucionales y siempre empeñados en que cada jornada electoral sea más abierta, más libre, más democrática y más equitativa. Para los comicios de mañana los partidos y las alianzas han tenido la oportunidad de promocionar sus candidaturas, sus ideas y sus programas de trabajo. Los ciudadanos, por su parte, han podido acercarse a sus preferencias en libertad, sin presión de ninguna índole. Y en cuanto a la organización, la Junta Central Electoral ha trabajado con tiempo y bajo una agenda de acciones y tiempos que han merecido reconocimiento de los sectores sociales más representativos, incluyendo a los partidos políticos. Ahora esperamos que los ciudadanos hagan uso ordenado y a tiempo de su derecho a elegir los integrantes de los gobiernos municipales.
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También esperamos de los partidos políticos y de los delegados ante los 16,851 colegios electorales, agrupados en 4,295 recintos, un comportamiento ejemplar. Reclamar cuando tengan que hacerlo, denunciar cuando sea necesario, pero siempre con apego al orden y al deseo de que todo salga bien, sin apego al conflicto por el conflicto. ¡Seamos ciudadanos!