Abandonan 100 familias que perdieron sus casas

Abandonan 100 familias que perdieron sus casas

POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.-
Más de 100 familias que perdieron sus casas por los derrumbes registrados desde diciembre hasta enero en la cordillera Septentrional han sido abandonadas y una de ellas vivió ayer el drama de ser desalojada de una casa rentada que no pudo pagar.

La señora Delfina Antonia Santos debió guarecerse en la casa de un primo cuando fue presionada por el dueño de la casa donde vivía desde diciembre cuando su casa se desplomó en la comunidad de Palo Quemado, a cuatro kilómetros de La Cumbre.

En tanto que la carretera turística Luperón que enlaza a Puerto Plata con Santiago está abandonada tras los derrumbes que destruyeron el 30% de la producción de café de Villa Trina, Moca, Jamao al Norte, Altamira y La Cumbre.

Mientras tanto, otras familias que viven en casas de familiares están desesperadas y desean que se les reubique, porque viven muy estrechos y durmiendo en el suelo, en muchos casos, ya que sus muebles no les caben en las mismas.

«A algunos que les prestaron la casa por dos meses y ya se están cumpliendo y tienen que salirse de las misma. Estamos vueltos locos casi todos», dijo María Hilario quien perdió una vivienda en Palo Quemado.

Mientras que Ramón Elías, Rafael Hilario,Ciriaco Antonio Domínguez y María Cristina Cruz afirman que tendrán que mudarse de los hogares de sus familias, pero no encuentran dónde ubicarse, porque muchos tienen otras propiedades, pero hay otros que no tienen adonde irse a vivir.

Los negocios que otrora eran base del dinamismo turístico de la zona fueron cerrados en su mayoría , mientras que la extracción de ámbar de las minas que suplían el 65% de este mineral en todo el territorio nacional quedaron sepultadas por las tierras.

Entre los negocios cerrados figuran talleres de procesamiento de ámbar, restaurantes, cafeterías, paradas y colmados. Su cierre se produjo debido a que ya los turistas no utilizan esta carretera para moverse a los pueblos del Cibao, y solo cruzan por la vía aquellas personas que viven en las comunidades cercanas.

Mientras tanto, los derrumbes cesaron al mismo tiempo que dejó de llover en la zona en enero pasado, cuando causaron daños muy elevados a la producción de café de Villa Trina, La Cumbre, Jamao al Norte y Puerto Plata.

Las familias se refugiaron en casas de parientes en espera de la reubicación que haría el gobierno, pero luego el gobernador José Izquierdo comunicó que el gobierno no trasladaría a esas familias.

Se levantó un censo y hasta se tienen todos los datos de las familias que disponen de terrenos en otras zonas y de las que no cuentan con nada para trasladarse a lugares más seguros. Ahora las familias formularon un llamado al gobernador de la provincia para que gestione con el gobierno su traslado porque sus casas quedaron totalmente destruidas.

Consultado ayer sobre el tema, Francisco Arias, director ejecutivo del Comité Provincial del Centro de Operaciones de Emergencias y director de la Defensa Civil recordó que habían recomendado el desalojo y la reubicación de las familias a lugares más seguros, pero todavía las autoridades no han respondido a esta sugerencia.

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