Abandonan plazoleta La Trinitaria

Abandonan plazoleta La Trinitaria

POR GERMAN MARTE
Hasta el Escudo Nacional y las palabras sacramentales «Dios, Patria y Libertad», lema de los trinitarios, han desaparecido de la plazoleta La Trinitaria, erigida en el extremo occidental de los puentes Juan Pablo Duarte y Juan Bosch, la cual luce abandonada, sucia y en completa decadencia.

Ubicada en la misma entrada de la ciudad de Santo Domingo, el que otrora fuera un parque lleno de luces, con grama bien cuidada, bancos y fuentes de agua que servían de atractivo para muchos residentes y visitantes, hoy es un lugar cualquiera que exhibe con descaro un aspecto descuidado, sin que esto llame la atención de las autoridades.

En el lugar donde antes estuvo una bella fuente de agua que de noche era iluminada con luces artificiales, hoy sólo existe un criadero de mosquitos, renacuajos y otras alimañas. De tan sucia, el agua estancada se ha puesto verde.

De día, el lugar se ha convertido en un refugio de vagos, borrachos, drogadictos y muchachos de la calle, en tanto que de noche, en una guarida de ladrones, con los cuales ni la Policía se mete.

El parque, que antes sirvió de lugar de esparcimiento, hoy es un espacio peligroso donde de noche abundan los delincuentes, según las quejas de los vecinos.

En más de una ocasión, el síndico Roberto Salcedo ha prometido el rescate de este y otros parques, pero los trabajos son abandonados al poco tiempo, según un visitante asiduo a la plazoleta.

 La última promesa en ese sentido la hizo Salcedo el 29 de diciembre del 2003, al encabezar un operativo de limpieza de la Plazoleta. Días antes las autoridades desalojaron al haitiano Federico Bertrand, quien vivía en el lugar.

Debajo de donde una vez estuvo un escudo de metal, ahora se lee una propaganda evangélica que reza «Cristo Viene Pronto». El texto que estaba en la parte de atrás de la tarja, también desapareció. Al menos queda la bandera, colocada a la derecha, pero el lema «Dios, Patria y Libertad» hace tiempo que fue despegado del lugar y probablemente vendido por libra a una fundición.

Los espacios entre tres picos que simbolizan la organización secreta La Trinitaria, fundada por Duarte el 16 de julio de 1838, ahora sirven de sanitario para borrachos y otras personas apuradas que se orinan y defecan en el lugar sin que nadie los moleste.

Ayer mismo, a las 11:30 de la mañana, un hombre subió tranquilamente las escaleras que dan acceso al lugar, se aflojó los pantalones y de espalda a la calle orinó plácidamente ante el lente de la cámara de Pedro Sosa, reportero gráfico de este diario.

A juzgar por el olor y las heces fecales que se observó en el lugar, escenas como esta son frecuentes ahí.

Tan abandonado ha estado este lugar y por tanto tiempo, que ha ido perdiendo hasta el nombre, no sólo porque rateros se han llevado los letreros, sino porque ya muchos de quienes por allí pasan -sobre todo los más jóvenes- ni siquiera saben por qué se erigió.

LAS TRES PULLAS

«¿Saben ustedes cómo se llama este lugar?», se le preguntó a una pareja de jóvenes que pasaban por el lugar y la respuesta fue unánime: «Las tres pullas, así es que le dice todo el mundo por aquí». A pesar de ignorar a quien se honra con la obra, consideraron que las autoridades deberían acondicionar el lugar.

Construida por el ya extinto presidente Joaquín Balaguer a finales de los años 60, algunos dicen que el parque dedicado a La Trinitaria fue erigido con el objetivo de borrar el recuerdo de la heroica batalla librada en el lugar por los constitucionalistas en la Guerra de Abril de 1965.

Durante años conservó su esplendor, pero hace tiempo que las autoridades municipales y culturales, sólo la recuerdan cuando la prensa destaca su abandono.

Algunas instituciones, como la Academia de Historia y el Instituto Duartiano, han deplorado el abandono en que se encuentran los monumentos históricos y patrióticos y demandado de las autoridades correspondientes, prestar atención a estos lugares.

Pero los reclamos que hacen residentes en los alrededores y visitantes, para que al lugar se le dé mantenimiento, parecen ser ignoradas por las autoridades gubernamentales y municipales.

Héctor Mota y Francisco Noboa, residentes en la zona, dijeron que a pesar del abandono, el parque conserva sus estructuras básicas, por lo que pidió a las autoridades acudir a rescatar el lugar, restablecer el alumbrado y establecer allí una vigilancia permanente para controlar a los delincuentes.

 

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