MELBOURNE, Australia.(AFP).- El australiano Lleyton Hewitt (N.3) pasó un gran susto ante el estadounidense James Blake, pero terminó imponiendo sus golpes para clasificarse a la tercera ronda del Abierto de Australia de tenis, este jueves en Melbourne, al igual que los otros favoritos en liza.

En número tres mundial, única esperanza de Australia para reconquistar el título de individuales masculinos desde 1976 (Mark Edmonson), ganó en cuatro mangas, 4-6, 7-6 (10,/8), 6-0, 6-3, tras una lucha dura y tensa en la que el norteamericano tuvo una bola de dos sets a cero en el tie break del segundo parcial.

Más allá de retirarse con la derrota, Blake puede marcharse orgulloso de su renacimiento deportivo tras un 2004 cruel en el que perdió a su padre, se fracturó una vértebra y tuvo que estar de baja por un virus durante varios meses. Con este nivel, el norteamericano pronto podría escalar de su «mentiroso» puesto 94 de la clasificación mundial.

Su compatriota Andy Roddick (N.2) dejó escapar su primer set en el torneo contra un especialista del saque, el británico Greg Rusedski, de 31 años. El estadounidense perdió por poco la batalla de aces (11 a 12), pero logró hacer la diferencia desde el fondo de la cancha con su derecha (17 tiros ganadores), para un triunfo sin muchos inconvenientes: 6-0, 3-6, 6-2, 6-3.

Por su lado, el británico Tim Henman pasó una jornada mucho más tranquila frente al gigante rumano Victor Hanescu (1,98 m), al que derrotó 7-5, 6-1, 6-4.

En el cuadro femenino, Lindsay Davenport, número uno mundial, tuvo un flojo comienzo contra la checa Michaela Pastikova, 99 mundial, quien dio dura batalla en su primera presentación en el tablero final de un torneo de Gran Slam, pero la estadounidense terminó imponiendo su experiencia en el 2-6, 6-2, 6-2 final.

La rusa Anastasia Myskina (N.3), última vencedora de Roland Garros, se deshizo sin problemas (6-4, 6-2) de Tzipora Obziler, una israelí que participaba por quinta vez en un torneo de Gran Slam a sus 31 años.

Dos »outsiders» tuvieron que dejar el torneo víctimas de lesiones. El campeón olímpico chileno en Atenas 2004, Nicolás Massú (N.18), se retiró cuando perdía contra el alemán Philipp Kohlschreiber 6-0, 2-0 a causa de una lesión en un tobillo. En cambio, el chileno Fernando González (N.23) no tuvo inconvenientes en demostrar su supremacía ante el ruso Igor Andreev, al que superó 7-5, 6-2, 6-3.

No fue el caso del francés Sébastien Grosjean (N.14), quien pudo finalizar su duelo, pese a un dolor en un muslo, pero su compatriota Jean-René Lisnard, 142 mundial, salido de las clasificaciones, aprovechó su debilidad física para imponerse en un maratónico partido a cinco sets, 1-6, 4-6, 6-3, 6-4, 6-3.

El español Rafael Nadal, héroe de la final de la Copa Davis contra Estados Unidos, en diciembre pasado, estuvo a un punto de ver su eliminación en el cuarto set ante Mikhaïl Youzhny, pero el ruso (N.15), también héroe de la conquista de la Davis para Rusia en 2002, desperdició una bola de partido relativamente fácil y luego terminó con derrota 6-1, 4-6, 4-6, 7-5, 6-3.

Los argentinos tuvieron una jornada casi perfecta, con cuatro victorias sobre cinco presentaciones.

Guillermo Cañas (N.12) venció al español Fernando Verdasco en cuatro sets, 3-6, 7-5, 6-3, 6-0, Juan Ignacio Chela (N.25) hizo lo propio frente al francés Gregory Carraz, 7-6 (9/7), 6-2, 7-6 (7/3), Guillermo Coria (N.6) dominó al brasileño Ricardo Mello, 6-4, 6-7 (3/7), 6-3, 7-6 (7/3), mientras que David Nalbandián (N.9) derrotó al español Santiago Ventura por 6-0, 6-3, 2-6, 6-2.

Juan Carlos Ferrero (N.31) eliminó a Mariano Zabaleta en tres sets, 6-1, 6-2, 6-0, y salvó el orgullo español, pero sobre todo hace creer en una recuperación personal firme, tras un 2004 para el olvido.

Las primeras cuatro jornadas del Open australiano fueron favorables a los cabezas de serie. La única gran sorpresa fue la eliminación del español Carlos Moyà (N.5), ya que los ocho primeros preclasificados del tablero masculino y femenino avanzaron a la tercera ronda.