A raíz de la exhumación de los restos de Abigail Mejía y su posterior traslado al Panteón de la Patria, el 28 de septiembre del pasado año 2023, en cumplimiento a la disposición presidencial contenida en el Decreto número 164-23 publicado el 24 de abril del 2023, se han escrito diversos artículos sobre el legado de «Las Sufragistas», ese grupo de mujeres que levantó a una la voz por los derechos civiles y políticos de la mujer en nuestro país.
Hace apenas 82 años, las mujeres dominicanas no eran siquiera consideradas ciudadanas, su voz era silenciada en los asuntos públicos y políticos del país. Sin embargo, el curso de la historia empezó a cambiar cuando un grupo de mujeres decididas y comprometidas se unieron para desafiar el statu quo y reclamar el espacio que les correspondía en la sociedad.
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La figura de Abigail Mejía se erige como un símbolo de esta lucha, a través de Acción Feminista Dominicana, movimiento que integró a mujeres como Petronila Angélica Gómez, Delia Weber, Ercilia Pepín, Celeste Woss y Gil, Aida Cartagena Portalatín, Gladys De Los Santos y Amanda Nivar de Pittaluga, quienes con valentía y determinación se atrevieron a exigir igualdad de derechos. La conquista del derecho al voto fue el resultado de una lucha sostenida en el tiempo a través de esta movilización colectiva. La perseverancia y el compromiso con la causa de las mujeres fueron fundamentales para lograr este trascendental avance.
Es importante recordar que el derecho al voto es solo uno de los muchos aspectos en los que las mujeres han luchado por la igualdad. La lucha por los derechos reproductivos, la igualdad salarial, el acceso a la educación y la participación en puestos de liderazgo son solo algunos ejemplos de las batallas que aún quedan por librar en el camino hacia una sociedad más justa e igualitaria.
Al reflexionar sobre el legado de mujeres como Abigail Mejía y su incansable lucha por el derecho al voto, es fundamental recordar que este derecho es más que un simple acto cívico: es una herramienta poderosa para influir en el rumbo de nuestra sociedad y promover cambios significativos. Por eso es de alta preocupación que nuestra Junta Central Electoral registre niveles de abstención cada vez más altos.
El padrón electoral indica que las mujeres votantes representamos el 51% del electorado, siendo esto un claro indicio de que nuestra voz importa. Es hora de entender plenamente que boleta electoral es un compromiso con el futuro de nuestro país, y un tributo a esas insignes mujeres que lucharon por nuestros derechos. No permitamos que la apatía nos aleje de este acto poderoso. La abstención cede nuestro poder. Este 19 de mayo, honremos el legado de mujeres como Abigail Mejía y tantas otras que han dedicado sus vidas a la causa de la igualdad, yendo a votar, y asegurándonos que amistades y familiares también acudan a sus centros de votación.
Vayamos a ejercer este derecho al voto que no nos fue regalado, precisamente por eso, votemos de manera responsable y comprometida por candidatas y candidatos que han demostrado estar del lado correcto de la historia: Esas y esos que han defendido y promovido activamente la ampliación y protección de los derechos de las mujeres, que se comprometen a legislar y trabajar en favor de políticas inclusivas, que garanticen la equidad y el respeto de los derechos de todas las mujeres, sin excepción.
Votemos con conciencia, por un futuro donde todas las personas, independientemente de su género, puedan vivir libres de discriminación y disfrutar plenamente de sus derechos y libertades fundamentales.