El presidente Luis Abinader alertó ayer ante la 79 Asamblea General de la ONU sobre la propensión a perpetuarse en el poder, que en el caso de América Latina toma la forma de la reelección indefinida, lo cual ha ganado fuerza en los últimos 30 años, erosionando la democracia y citó el caso de Venezuela.

“Tenemos el ejemplo de Venezuela, que combina la concentración del poder, la persecución de la oposición y la censura a los medios de comunicación. Sin la debida transparencia que requiere cualquier proceso electoral y sin sustento documental alguno, la crisis no hará más que agravarse”, manifestó.

En ese orden, agregó que seguirá insistiendo “en la publicación de las actas electorales, su verificación por instituciones imparciales y el respeto al resultado emanado de la voluntad del pueblo venezolano”, porque sin esa publicación no se puede declarar un ganador legítimo.

Puede leer: Haití y Venezuela, entre los temas que tocó Abinader en la ONU; aquí su discurso

Sostuvo que la alternancia en el poder es un elemento esencial para garantizar un ejercicio político responsable y genuinamente participativo.

“La democracia parte de un principio fundacional: el perdedor tiene que aceptar su derrota y ejercer una oposición leal y constructiva; otro principio democrático establece que el ganador tiene el deber de no avasallar, ni doblegar al adversario”, dijo.

Afirmó que la democracia no puede ser ejercida únicamente por y para los ganadores, “la mayoría debe garantizar el respeto y la inclusión de las minorías que gozan de iguales derechos y deben ser tratados con equidad y justicia”.

En otro orden, resaltó los avances experimentados por República Dominicana en generación, transmisión y distribución de energía asequible y no contaminante. Aseguró que eso garantizará una mayor estabilidad, sostenibilidad y mejores precios del suministro energético.

Sobre la seguridad ciudadana, dijo que también registró mejora notable. Citó el 2022, cuando la tasa de homicidios fue 13.2 por cada 100,000 personas, la cual bajó en 2023 a 11.5 y, en lo que va de este año, es de 9.9, inferior al promedio de América Latina y el Caribe, que es de 17.2, según informes.