El aspirante a la presidencia del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, afirmó que el rechazo generalizado y firme con que la mayoría de la sociedad dominicana expresa su oposición a un eventual intento de reforma constitucional debe llevar a la sensatez a quienes han estado auspiciando estos propósitos.
Dijo que desde hace meses vaticinó que sólo un intento formal de presentar una reforma reeleccionista traería una situación de inestabilidad e ingobernabilidad que el país no necesita.
Abinader recordó que hace cerca de un mes informó al país que si se intentaba presentar el proyecto de reforma estaría en primera fila junto a los ciudadanos dispuestos a defender la Constitución, como lo hizo el pasado viernes.

“Y fue por eso que al recibir el miércoles informes de que estaba ya firmado el proyecto de reforma y de que se hiciera una inusual convocatoria de la Cámara de Diputados para el viernes, nos presentamos frente al Congreso a reclamarle al presidente de la República y a los legisladores no reformar la Constitución”, relató.

Dijo que con su actitud sirve al interés de preservar la institucionalidad, como lo hacen sectores eclesiásticos, empresariales y de la sociedad civil.
Puntualizó que su lucha junto al PRM y otros sectores para que no sea violada la Constitución es también de firme oposición al continuismo del PLD, sea el candidato el presidente Medina, el expresidente Leonel Fernández, o cualquier otra figura de ese partido que representan un modelo de gobierno agotado y desacreditado.

Abinader hizo los señalamientos al recibir el respaldo de unos 2 mil integrantes del movimiento L´Sunami Electoral, que coordina el empresario Carlos George, quien ponderó las cualidades del aspirante a la presidencia, tras precisar que ha demostrado verdadero compromiso con los cambios que el país necesita. George puntualizó que durante los gobiernos del PLD se ha producido un dramático deterioro de la calidad de vida de la mayoría de los dominicanos, por el aumento de los precios de la canasta familiar, la delincuencia, el desempleo y el deterioro de los servicios básicos.