A pesar de que el candidato presidencial Lic. Luis Abinader Corona se encamina seguro a una derrota electoral en los comicios de este domingo 15 de mayo, compartimos plenamente la afirmación de la distinguida politóloga Rosario Espinal en el sentido de que ha llegado muy lejos al polarizar con el Presidente-candidato Danilo Medina.
Ser candidato de un partido nuevo con apenas un año de fundado, una oposición dividida que lleva siete candidatos presidenciales, más los antecedentes históricos que no le favorecen, tener que enfrentar una maquinaria electoral y de poder tan poderosa como la del PLD, Abinader en esas circunstancias ostensiblemente desventajosas ha logrado una verdadera hazaña que lo perfilará como la opción política del porvenir, si se sabe manejar después del proceso.
Y que es saberse manejar después de la derrota: actuar con prudencia, fríamente, aceptar los resultados electorales que todas las firmas encuestadoras acreditadas pronostican, incluyendo la Gallup-Hoy que es la más confiable. Tener la nobleza de felicitar al Presidente reelecto Danilo Medina, demostrando que es un líder sensato y juicioso, actuación que le daría dividendos en el futuro inmediato. En la cultura política dominicana solicitar tal cosa quizás sería demasiado, pero si Luis Abinader lo hace se engrandece y se llena de gloria.
El Lic. Abinader ha librado una batalla en condiciones muy desiguales, y al verlo el pasado domingo en el programa “Aeromundo” que produce Guillermo Gómez, en una especie de cierre de campaña, arribé a la conclusión de que es un líder político valiente, decidido, que se ha superado bastante, que tiene detrás un ejército espartano que tarde o temprano se alzará con la victoria.
Los reclamos y cuestionamientos post-electorales que vendrán deben hacerse con responsabilidad sin caer en el ridículo, en la necedad y si el Lic. Luis Abinader tiene un comportamiento civilizado se convertirá en ganador, aunque haya perdido las elecciones.