El Lic. Luis Abinader ha ganado en buena lid la Presidencia de la República después de haber superado en medio de la campaña la pandemia del coronavirus y concitar de manera convincente el apoyo popular.

Abinader se convierte de esa forma en uno de los gobernantes más jóvenes de América Latina, y tiene por delante una tarea difícil que es enfrentar la mayor crisis económica no solo del país, sino del mundo a consecuencia de los efectos sanitarios y sociales de la pandemia del siglo.
Tendrá indefectiblemente que realizar una especie de régimen de unidad nacional y hasta de conciliación como de verdad lo había planteado durante todo el período electoral, y le auguramos de todo corazón éxito en sus ejecutorias.

Abinader prometió un gobierno transparente, eficiente y de gran contenido social. Se preparó para ejercer el poder con paciencia y estoicismo, inspirado por el amor a la patria y el legado de sus antepasados, especialmente el de su padre el Dr. José Rafael Abinader (fallecido), un consagrado educador, empresario y hombre público de una conducta inmaculada.

El Lic. Danilo Medina, gobernante que entregará el mando el próximo 16 de agosto, le externó su felicitación al Presidente Electo, igualmente los candidatos presidenciales Gonzalo Castillo del Partido de la Liberación Dominicana y el Dr. Leonel Fernández de la Fuerza del Pueblo, un acto político de nobleza y de indiscutible madurez democrática.

Siempre hemos escuchado la emblemática sentencia de que la historia la escriben los triunfadores y en este caso trascendental le ha tocado al Lic. Luis Abinader cubrirse de gloria tras obtener una victoria contundente, aplastante y convincente porque abarca todos los niveles tanto en lo presidencial como congresual, lo que le permitirá ejercer el poder con el apoyo necesario para encarar los grandes retos que tiene por delante el país.

Luis Abinader sufrió la agonía de la derrota en las elecciones del 2016, pero ahora disfruta en compañía de una enorme legión de seguidores el llamado éxtasis de la victoria, aplicándose la tesis del Lic. Tony Raful de que el destino es una categoría histórica, postulado que compartimos plenamente.