En una forma inusual en la República Dominicana, el presidente Luis Abinader rindió informes sobre los primeros 90 días de su gobierno, en una conversación que tuvo el pasado 16 de noviembre a través de una cadena televisiva, donde respondía preguntas sobre diversos temas nacionales a personas presentes en la planta televisora.
El presidente Abinader respondía con absoluta seguridad, hablando, a nuestro juicio, con mucha sinceridad y tranquilidad y observándose como un mandatario muy cercano a su pueblo. Me convenció.
El presidente destacó que su interés por el turismo, que muchas personas cuestionan, no se debe a una cuestión personal, sino más bien por la generación de empleos que se originan a través del desarrollo de ese renglón de la economía. Me gusta el interés del mandatario por resolver el problema del desempleo en el país.
No obstante, el presidente Abinader tendrá que salvar las inquietudes a lo interno de su partido, ya que dirigentes y militantes del PRM, reclaman con vehemencia la colocación en puestos de la administración pública.
En la población dominicana, la presentación del primer ejecutivo ha tenido comentarios favorables, y aunque legisladores de la oposición criticaron y calificaron la presentación como “un montaje preparado”, la presentación llenó su cometido.
Luego de sus primeros 100 días de gobierno, y el anunció de poner en marcha una serie de obras públicas en todo el país, tiene por delante el mandatario, callar con hechos reales y tangibles, las voces agoreras que tratan de “meter” cizañas en el seno del pueblo, para producir un divorcio antes de tiempo entre la sociedad dominicana, y su nuevo presidente.
No hay dudas, el presidente Abinader ha establecida diferencias abismales con su antecesor. El hombre no huye de periodistas ni del pueblo.